La carne de vacuno dispara su facturación un 12 % y consolida su expansión hacia Europa y mercados emergentes como Argelia, Marruecos o Filipinas
GANADERÍA

Es el tercer sector en valor dentro de la producción ganadera nacional, según datos de Agricultura
24 ago 2025 . Actualizado a las 19:36 h.Galicia es, junto con Extremadura y Castilla y León una de las comunidades que lidera en número de explotaciones y cabezas de ganado la producción de carne de vacuno de España. El sector cerró a nivel de todo el Estado el 2024 con cifras históricas: 4.452 millones de euros de valor de la producción, un 12 % más que el ejercicio anterior. Este repunte sitúa al sector como el tercero en valor dentro de la producción ganadera nacional —por detrás del porcino y los lácteos— y representa ya el 16 % del total.
El informe anual de indicadores económicos publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación confirma a España como el tercer productor de vacuno de la Unión Europea, con cerca del 12 % del valor comunitario. A diferencia de la media europea, que creció un 5 %, la producción española avanzó un 12 %, hasta superar las 718.000 toneladas, consolidándose además como cuarto productor mundial.
La buena marcha del sector se refleja en la balanza comercial: las exportaciones superaron los 1.700 millones de euros, con la carne fresca y los animales vivos como principales partidas. Los socios europeos siguen siendo los principales compradores, aunque cada vez cobran mayor peso destinos extracomunitarios como Argelia, Marruecos o Filipinas.
En el mercado interno, el consumo también mostró dinamismo. En los hogares aumentó un 1,5 % y, fuera de ellos —restauración y hostelería—, el crecimiento fue aún mayor: un 9 %, hasta superar las 81.500 toneladas. La carne de vacuno se consolida así como la segunda más consumida en España, tras la de pollo.
El informe apunta que la normalización de los costes de alimentación, junto al encarecimiento de los precios de canales y animales vivos, contribuyó a mantener márgenes favorables para el sector, pese a la reducción progresiva de la cabaña ganadera, una tendencia común en toda Europa.