El libro del escritor francés recibe críticas por sus textos sobre el turismo sexual en países empobrecidos Todavía reciente la polémica ocasionada por el libro «La vida sexual de Catherine M», de Catherine Millet, Francia se enfrenta a un nuevo escándalo literario. El «enfant terrible» de las letras francesas, Michel Houellebecq ha vuelto a conmocionar el país con su novela «Plateforme». Se le acusa de celebrar el turismo sexual con su historia, ambientada en Tailandia. Houellebecq se defiende con el argumento de que Occidente se ha olvidado de cómo se ama, lo que alimenta la industria del turismo sexual.
26 ago 2001 . Actualizado a las 07:00 h.La rentrée en Francia supone no sólo la vuelta de vacaciones, sino que el país está pendiente de las novedades literarias. Michel Houellebecq parece haberse especializado en sacudir el inicio de temporada de las letras francesas. Si antes lo hizo con Las particulas elementales, publicado en España por Anagrama, ahora es su última novela, Plateforme, la que ha levantado el escándalo. Le Monde ha publicado un adelanto del libro, del que se dice que celebra el turismo sexual. El protagonista, de nombre Michel, recorre Tailandia a la búsqueda de nuevas experiencias que satisfagan su apetito sexual. Irreverente, Houellebecq dispara contra todo, incluidas las guías Routard (en España, Trotamundos) que llevan los franceses. Su acidez ya le ha valido fuertes críticas de la compañía. Su fundador, Philippe Gloaguen, ha dicho del autor que «escribe basura denigrante contra la dignidad de las mujeres». Los personajes de Plateforme se refieren a los autores de las guías de viaje como «paletos puritanos y protestantes». Gloaguen sostiene que su guía está «orgullosa» de estar en contra de la prostitución en Tailandia. Por su parte, Le Monde, al introducir el adelanto de Plateforme, se refiere al libro como una profundización en el estilo «frío y distanciado» de Houllebecq a la hora de retratar el «cinismo moral que enriquece a personas sin escrúpulos». Olvidarse de amar Para el escritor, la cosa es más sencilla. En su opinión, Occidente se ha olvidado de cómo se ama. En respuesta a esta incapacidad, ha surgido una industria de turismo sexual, alimentada por millones de personas que no tienen nada más que vender que sus cuerpos. Houellebecq repite, como si de un eco se tratase, el escándalo de su anterior libro, Las partículas elementales, un éxito de ventas.