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La película, a pesar de la sensibilidad norteamericana después del 11 de septiembre, llegó al número uno
08 nov 2001 . Actualizado a las 06:00 h.La película llega a las pantallas españolas con dos factores añadidos: la Warner pospuso su estreno unas semanas por temor a que los hechos del 11 de septiembre la afectaran negativamente por su violencia y Denzel Washington, el actor afroamericano más querido y más guapo en los Estados Unidos, con su imagen de hombre correcto en absolutamente todo, cambia su registro y se mete a policía corrupto de Los Ángeles. Razones suficientes para observar el filme como algo más que un trepidante thriller que para colmo se situó en el número uno del ranking norteamericano, confirmando que una cosa es la violencia real del terrorismo y otra diferente la ficción. La tercera de Antoine Fuqua (hizo Asesinos de reemplazo), ex-realizador de clips para Prince o Stevie Wonder, entre otros, que con Training Day se ganó a la crítica de su país. Ambientada en un peligroso distrito de L.A. (muchos secundarios son matones de la vida real), cuenta la historia de un veterano pero corrupto policía, al que asignan como compañero a un recién llegado, un tipo joven e idealista. Los métodos al margen de la ley, empleados por Denzel, no serán fácilmente asumidos por el detective Ethan. En la banda sonora hay temas de artistas de rap, del calibre de Doctor Dre, Eminem o Snoop Doggy Dogg, lo que suele ser habitual en películas de acción de factura norteamericana.