Hace más de treinta años que Hollywood no recompensa al género musical Catherine Zeta Jones parece tener muchas posibilidades para recibir el galardón a la mejor actriz.
28 dic 2002 . Actualizado a las 06:00 h.Faltan todavía tres meses para que se entreguen los Oscar, pero los estudios de Hollywood despliegan ya sin pudor costosas campañas destinadas a comer el coco de los académicos que han de laurear los mejores trabajos cinematográficos de 2002. Los críticos andan elaborando las ya clásicas listas top-ten y la asociación de periodistas extranjeros de Hollywood acaba de hacer públicas las candidaturas para los Globos de Oro. Y con estos dos rankings es posible hacerse una idea de lo que puede pasar en la 75 edición de la gran fiesta anual del cine norteamericano. Hay dos películas que, a priori, tienen toda la pinta de llegar a ser protagonistas del evento: el musical Chicago y el drama The hours . La primera puede beneficiarse del buen momento por el que pasa un género que parecía estancado hasta hace muy poco. Si el año pasado aquella irregular extravagancia llamada Moulin Rouge acaparó unas cuantas nominaciones, esta vez podría ocurrir que, por fin, sea un musical el destinatario del Oscar a la mejor película, situación que no se da desde que Oliver ganara en 1968. Años dorados Chicago huele al Hollywood de los años dorados, tiene contenta a la crítica y, seguramente, va a hacer un taquillón. Su estrella principal, Catherine Zeta-Jones, es favorita para imponerse como mejor actriz porque, además de actuar notablemente, también canta y baila bastante bien, como hizo el año pasado Nicole Kidman en Moulin Rouge . Pedigrí literario De The hours se puede decir que es un filme con pedigrí literario y tres interpretaciones fabulosasa cargo de las conocidas Nicole Kidman, Meryl Streep y Julianne Moore. Basada en una original novela de Michael Cunningham que enlaza las historias paralelas de tres mujeres en tres épocas diferentes, incluida la escritora Virgina Wolf, The hours llega cargada de poesía acentuada por una sublime banda sonora escrita por el legendario compositor Philip Glass.