La cinta chilena «En la cama» se lleva la Espiga de Oro en Valladolid

M. A. Fernández ENV. ESPECIAL | VALLADOLID

TELEVISIÓN

El polémico jurado salvó el palmarés con el Premio Aniversario a Michael Haneke y von Trier La prensa internacional dividió al público al elegir la reaccionaria «Feliz Navidad»

29 oct 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

Asegura Juan Carlos Frugone, el nuevo director de la Seminci de Valladolid, que lo acontecido esta semana abrirá una 51.ª edición en un tono más comprometido con las nuevas tecnologías y otras maneras de entender el cine. Que así sea, sobre todo para evitar que una película como la francesa Joeux Nöel , de Christian Caron, sea la elegida para un acto simbólico tan importante como una ceremonia de clausura. Ambientada en la Navidad de 1914 durante la cruenta Primera Guerra Mundial, y resuelta con el rigor formal que caracteriza al cine francés, esta coproducción europea a varias bandas esconde un discurso ideológicamente muy arriesgado, al límite de lo reaccionario, bajo la coartada de un hecho real. Los combatientes franceses junto a sus aliados escoceses, y los enemigos comunes alemanes, depusieron las armas por unas horas para celebrar la fiesta navideña, misa de campaña incluida¿ En fin, que no era lo mejor para despedir un certamen como la Seminci, sin duda el de mayor prestigio en España en los de su clase. Aunque quien puso la guinda al asunto fue el jurado de la Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica (Fipresci), al concederle el Premio de la Crítica ante el desconcierto general y alguna carcajada. Por lo visto, estos críticos no vieron En terreno vedado, la valiente película de Ang Lee sobre dos cowboys homosexuales ambientada entre los sesenta y los ochenta. Exceptuando el palmarés elegido por el jurado de la sección documental Tiempo de historia , unánimemente aplaudido -y conformado por la periodista Rosa María Mateo, el profesor de la Universidad de Valladolid Alberto Marcos y la crítica cinematográfica mexicana Lucy Virgen-, los demás lucieron como la luna en una noche de tormenta. La creación de un Premio especial 50 Aniversario fue el clavo ardiendo al que se agarró el jurado principal para quitarse de en medio a las que (según la crítica) fueron las más sólidas presentadas a concurso: Escondido , de Michael Haneke, y Manderlay , de Lars von Trier, con lo cual dejaban el campo despejado al resto del palmarés, recibido con indiferencia, no tanto por que los filmes elegidos no merecieran premio, sino por que ya habían roto el encanto. Indiscutida espiga Sin embargo nadie cuestionó la Espiga de Oro para el chileno Matias Bize por En la cama, película con dos actores y un único decorado (la habitación de un motel), con una pareja ocasional que emplea una noche en hablar y practicar sexo. Bize demuestra que hay otra manera de filmar con rigor cuando el guión se traba al máximo, los actores se curran sus personajes y la cámara no es un juguete. Ahora bien, considerando que En la cama es ante todo un notable trabajo de director, su nicho más acertado habría sido el Premio Pilar Miró al mejor nuevo realizador, que, también merecido, fue a parar a Daniel Cebrián por su muy aceptable Segundo asalto . A juzgar por lo visto, el cine todavía goza de buena salud, aunque el 2005 no sea un año particularmente generoso en cuanto a número de filmes memorables, pero se percibe una clara tendencia del cine europeo a las coproducciones y una evidente regeneración del cine norteamericano gracias al acomodo de las producciones indie en las grandes major y, finalmente, que buena parte de los filmes vistos en Valladolid tendrán estreno comercial en España, muchas de ellas durante el inmediato noviembre en la compostelana Cineuropa.