Sin mando | Formatos que triunfan
03 may 2006 . Actualizado a las 07:00 h.RECIENTEMENTE un buen amigo mío, director de programas de una importante productora nacional, me comentó que viajaba a Cannes con motivo del MIPTV -algo así como la Pasarela Cibeles de la TV- para ver nuevos formatos y programas. ¿Para qué? Pensé. No me atreví a formularle mi pregunta por miedo a ofenderle pero una de dos, o los directivos de televisión van a Cannes a aliviar estrés con chavalas y champaña o les birlan en la aduana las ansiadas novedades que dicen haber ido a buscar. Después del exitoso Operación triunfo con el que se han forrado los de La Trinca, no recuerdo haber presenciado novedad alguna en el panorama televisivo patrio. Llamar novedad a sucedáneos en los que se baila, se cocina o se patina me parece poco serio. Las trescientas versiones del escarnio al famosillo de turno a cargo de esa troupe de catedráticos de la vida o las mil y una del fresco magacín de tarde con banda de contertulios sigue siendo para la mayoría de las cadenas su gran apuesta novedosa. Si a estos formatos se les vislumbra el menor síntoma de vejez, basta con cambiar el jarrón, las flores y el peinado de la presentadora. Lo más in del momento en cuanto a novedades se refiere a recuperar los novedosos formatos de la España de la transición. Así podemos destacar el Un dos tres, La ruleta de la Fortuna o esa versión de Su media naranja que presenta Anabel Alonso en Antena 3. El otro día mi sobrino se durmió a los acordes de la pegadiza canción de esos tétricos seres llamados los Lunnis. Estoy tranquilo, en breve sé que volverá mi adorada Familia Telerín y Andresiño se irá a dormir como Dios manda.