Los Rolling se desquitan en el concierto de El Ejido de su accidentada gira por España

La Voz E. L. M. | LONDRES

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FRANCISCO BONILLA

01 jul 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

Los Rolling Stones pusieron en la madrugada del domingo, tras dos horas de espectáculo, el broche de oro a su gira española A Bigger Band Tour, que los llevó a Barcelona, San Sebastián y Madrid, con una actuación en la localidad almeriense de El Ejido. Mick Jagger, Keith Richards, Ron Wood y Charlie Watts saltaron al escenario del estadio de Santo Domingo precedidos por una traca de fuegos artificiales y les bastaron los primeros acordes de Start Me Up para convertir El Ejido en capital del rock and roll mundial. Lo sucedido en El Ejido fue un cierto desagravio por la accidentada gira de la mítica banda británica, teñida de negro por la muerte de dos trabajadores que montaban el escenario en Madrid y por el escaso público en los conciertos de San Sebastián e incluso Madrid, donde no completaron el aforo. En El Ejido fue distinto. Con ganas de agradar desde el primer momento, Jagger, enfundado en una chaqueta color rojo y unos estrechísimos pantalones negros, comenzó saludando a El Ejido y Andalucía, al tiempo que pidió disculpas por la suspensión del concierto que estaba programado para el pasado año. En un claro guiño al Ayuntamiento de la localidad, Jagger preguntó por el gazpacho, del que se llegaron a servir unos 10.000 litros antes de la actuación, y dijo que «estaba bueno». El vocalista no estuvo quieto ni un momento, cantó, bailó, y se contoneó derrochando ritmo y adrenalina por todos los rincones del escenario para deleite de sus incondicionales. La banda también rindió homenaje a James Brown.