La serie postapocalíptica sobre zombis se reinventa gracias a sus personajes
08 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Lucille, el bate de púas del malvado Negan, se ha convertido en el gran símbolo de la séptima temporada de The Walking Dead, una tanda de episodios que poco a poco se va confirmando como más oscura y violenta que lo visto hasta el momento y que está sirviendo a la serie de zombis para reinventarse y reactivar sus tramas de cara a las futuras entregas que aún están por llegar. Incluso el malvado Jaime Lannister de Juego de tronos se ha retratado estos días con un bate similar, en un guiño al personaje que está sembrando el terror en el universo postapocalíptico de los muertos vivientes del canal AMC (que en España emite Fox).
En el último episodio, difundido el domingo en Estados Unidos, tuvo gran protagonismo el personaje del motero Daryl Dixon, una de las piezas centrales de la serie y que no existe en los cómics de The Walking Dead, de Robert Kirkman. El capítulo conmovió a los espectadores por la difícil prueba a la que es sometido por el maquiavélico Negan en una celda oscura y por su respuesta ante el desafío.
Norman Reedus, el actor que lo interpreta, habló sobre este episodio en la revista Entertainment Weekly: «Daryl es un luchador. Lucha hasta el final, pero decir en voz alta su nombre en lugar del nombre de Negan es el último jirón de sí mismo que tiene para él y sus amigos [...] Está apuntándose para sufrir más torturas, pero lo hace por amor a su amigo».
El episodio también sirve a los seguidores para conocer más a Dwight, que se ha puesto al servicio de Negan por obligación.
Según Norman Reedus, Daryl experimentará una gran transformación en la actual temporada. «Va a cambiar de una manera muy, muy oscura. Es una combinación de aborrecimiento y odio hacia su propia persona, algo muy diferente a lo que se vio al principio de la serie», señala en Entertainment Weekly.
Con cada episodio, The Walking Dead sigue avanzando para estar a la altura de la gran expectación que se creó al final de la sexta temporada en torno a la identidad de la víctima del bate de Negan. Para resolver ese misterio, un total de 17 millones de espectadores siguieron el primer episodio, uno de los más sangrientos y oscuros de la serie, que se situó solo un poco por debajo de su mayor audiencia hasta la fecha (17,3 millones de espectadores en el primer episodio de la quinta temporada en el 2014).
El estreno de la actual temporada experimentó un incremento de audiencia del 13 % con respecto al debut de la sexta temporada, en octubre del año pasado.
«La séptima temporada va a ser muy interesante. Se va a conocer mucho más de ese mundo, se va a abrir mucho más», indicó Greg Nicotero, director del primer capítulo, sobre los derroteros que tomará esta lucha por la supervivencia entre zombis y humanos y cuyo rodaje acabará a mediados de este mes.
La incógnita del primer episodio logró mantenerse intacta hasta el estreno, lo que colocó en una situación comprometida a todos los que conocían la respuesta. El actor Michael Cudlitz relató estos días al Daily Mirror lo difícil que fue mantener el secreto sobre el destino de su personaje, Abraham Ford, entre el final de la sexta y el principio de la séptima temporada. Para que no hubiera filtraciones, confesó que solo le contó la verdad a su mujer y que ni siquiera se le permitió buscar un nuevo trabajo hasta que su salida de la serie fuera de dominio público. «Fue increíble guardar el secreto», señaló.