«(Des)encanto», animación adulta de Matt Groening, lleva a Netflix una mirada feminista y transgresora de la épica medieval
16 ago 2018 . Actualizado a las 11:30 h.La épica medieval ha sido tradicionalmente un género que se ha tomado a sí mismo muy en serio. Matt Groening, el transgresor padre de Los Simpson y Futurama, lo vuelve del revés con mirada ácida en su nueva serie de animación para adultos (Des)encanto, que mañana estrena en Netflix sus diez primeros episodios de media hora de duración. Sus protagonistas son tres personajes extraídos del país de cuento de Dreamland y que buscan su lugar en el mundo. Una es la princesa Bean, una chica aficionada al juego, la bebida y las peleas y que renuncia a vestirse de princesa para satisfacer a su padre con un matrimonio que convengan a su reino. Otro es Elfo, un duendecillo mirón que se ha escapado del mundo donde los elfos viven en un estado de felicidad perpetua, convencido de que otra realidad más amarga es posible. Y el tercero es Luci, un pequeño demonio de aspecto gatuno cuya misión es recordar a la princesa por encima del hombro que obrar mal puede ser una buena opción. Sobre todo si es para idear maneras de deshacerse de sus horribles pretendientes.
Groening es consciente de que los relatos de reyes y caballeros medievales estarán por mucho tiempo anclados a la referencia de Juego de tronos, así que opta por hacer frente a las comparaciones desde el primer momento y sembrar sus dos primeros episodios de guiños a la serie emblemática de HBO: un príncipe que se queda atorado en el trono de hierro, una madrastra con alas de dragón, cabezas clavadas y picas para advertir a amigos y enemigos.
Los dos primeros episodios constituyen una presentación de estos tres personajes prometedores, llamados a crecer y evolucionar a lo largo de los capítulos de una fantasía medieval que quiere suponer un paso adelante en la animación con respecto a las anteriores obras de su creador.