Así fue el calvario de Amanda Knox: acusada de un crimen por «retorcida» y «promiscua», pero realmente inocente

Mariana Álvarez / A. M. L.

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Andrea Miconi | EFE

Producida por Monica Lewinsky, «Amanda Knox: una historia retorcida» repasa la historia de la joven estadounidense, condenada en Italia por asesinar a su compañera de piso, la británica Meredith Kercher. Tras pasar cuatro años en prisión, fue declarada inocente

20 ago 2025 . Actualizado a las 17:13 h.

Diabla, dominatrix, promiscua, retorcida: estas fueron solo algunas de la palabras con las que los policías, los medios y la opinión pública etiquetaron a Amanda Knox, logrando que fuese acusada y condenada por un crimen que no cometió.

Disney+ estrena este miércoles los dos primeros episodios de la miniserie Amanda Knox: una historia retorcida, que muestra el caso desde la perspectiva de la joven estadounidense que fue injustamente acusada a los 20 años, pasó por la cárcel y debió luchar durante años para demostrar su inocencia.

El brutal asesinato de una de sus compañeras de piso puso la lupa sobre ella, una joven estadounidense que se encontraba estudiando en Italia, a quien le gustaba salir de fiesta y tener citas con chicos. «Cuando miras a alguien desde un prisma concreto, todo se vuelve sospechoso», mencionó la propia Amanda al ser entrevistada por Charlotte Theile.

La idea de que se trataba de un crimen sexual, protagonizado por una joven atractiva y adicta al sexo contra una joven guapa e inocente, parecía generar muchos adeptos entre la opinión pública. El problema se generó cuando esta fijación con demonizar su sexualidad primó sobre el respeto al debido proceso de la investigación.

La serie fue creada y producida por KJ Steinberg, conocida por This Is Us, Infieles y State of Mind. Dentro de los productores ejecutivos, además de la propia Amanda y su esposo, Chris Robinson, se encuentra Monica Lewinsky, la protagonista del escándalo por mantener relaciones con el presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, mientras ella era becaria de la Casa Blanca. Lewinsky vivió en carne propia lo que es el escarnio público, los prejuicios y el derecho a rehacer su vida. 

Angelina Katsanis | REUTERS

Un repaso sobre el mediático caso

La joven británica estudiante de la Universidad de Leeds, Meredith Kercher, de 21 años, se encontraba de Erasmus en la pintoresca ciudad de Perugia, Italia. La noche del 1 de noviembre del 2007, según afirman varios medios, salió a celebrar Halloween.

A la mañana siguiente, el 2 de noviembre del 2007, Amanda Knox, su compañera de piso, y Raffaele Sollecito, un joven con el que Knox mantenía una relación desde hacía apenas una semana, llegaron a casa después de haber pasado la noche en casa del chico. Nada más entrar en la vivienda, la estadounidense se percató de que algo no estaba bien, y avisó a la policía.  

Fue entonces cuando Meredith fue hallada sin vida en su dormitorio, con un corte profundo en la garganta que le habría causado la muerte. Su cuerpo había sido brutalmente apuñalado y estaba semidesnudo, cubierto por un edredón y con indicios de haber sufrido abuso sexual

El 5 de noviembre, según indica la cadena CNN en la cronología de los hechos, Amanda Knox y Raffaele Sollecito fueron interrogados. Tras una larga sesión donde fue presionada, zarandeada y golpeada para obtener información, Knox confesó haber estado en su casa cuando mataron a su compañera de piso e involucró a Patrick Lumumba. Se trata de un músico oriundo del Congo, a quien conocía por ser el dueño del bar donde ella trabajaba.

Fueron varias horas de interrogatorio en un idioma que Amanda no controlaba demasiado bien, según explicó en varias ocasiones. Además, aseguró que sus palabras fueron manipuladas por parte de los oficiales. Incluso aclaró que fueron los propios investigadores los que pusieron el nombre de Lumumba encima de la mesa y que durante horas fue interrogada sin la presencia de un abogado, siendo así vulnerados sus derechos

Ese día Lumumba fue detenido por la Justicia. Quedó libre dos semanas más tarde cuando se confirmó que tenía una coartada para la noche en la que murió Meredith: el hombre había pasado la noche en su bar hablando con un cliente y pudo demostrárselo a la Policía. Pero para ese entonces ya era muy tarde: su imagen pública se vio arruinada, y acabó perdiendo su bar y terminó mudándose a Polonia.

En diciembre del 2007, Rudy Guede, un traficante de drogas costamarfileño, fue capturado en Alemania y extraditado a Italia después de hallarse restos de ADN suyos en el cuerpo de la víctima. A pesar de haber admitido mantener relaciones sexuales con la joven, aseguró que fue otro hombre quien la mató, mientras él se encontraba en el baño. 

Los meses pasaron, los oficiales italianos continuaron con la investigación hasta que llegó el 11 de julio del 2008, cuando Knox, Sollecito y Guede fueron acusados de homicidio. Mientras la estadounidense y el italiano fueron puestos a disposición de la Justicia, Guede fue hallado culpable y en un juicio abreviado fue condenado a 30 años de prisión, que luego pasaron a ser 16 y hoy ya se encuentra en libertad

Amanda Knox, en una imagen de archivo
Amanda Knox, en una imagen de archivo ALESSANDRO BIANCHI

Al año siguiente, el 4 de diciembre del 2009, el jurado italiano también declaró culpables a Knox y Sollecito, recibiendo respectivamente una sentencia de 26 y 25 años. Ambos permanecieron en cárceles italianas hasta el 2011, cuando los investigadores forenses aseguraron que las pruebas que los relacionaban con el homicidio estaban infundadas, al estar basadas en una muestra muy pequeña. Esta ventana le dio la oportunidad al equipo legal de Knox de poner en duda la validez de los resultados y buscar una vía de libertad para su cliente.

Durante esta época en prisión, Amanda ha mencionado que sufrió acoso sexual por parte de un guardia, quien buscaba documentar todo lo que hablaba con ella y le propuso que se acostara con él. A su vez, le informaron que padecía sida —lo que terminó siendo falso—, por lo que Amanda repasó con quiénes había tenido relaciones y, posteriormente, sin su consentimiento, le confiscaron el diario donde lo tenía escrito y lo hicieron público

Los errores en el proceso de investigación y recolección de pruebas hizo que desde fines de junio hasta el 3 de octubre del 2011 se tratara de un tira y afloja en el juicio sobre la culpabilidad de los jóvenes, lo que culminó con el jurado italiano revocando la condena impuesta en el2009 a Amanda y Raffaele. El 5 de octubre la chica volvió a Seattle, Estados Unidos, tras cuatro años en prisión. 

Amanda Knox, a su llegada al tribunal de Florencia.
Amanda Knox, a su llegada al tribunal de Florencia. Claudia Greco | REUTERS

Sin embargo, Knox no tuvo tiempo de dejar el caso en el pasado con la absolución, dado que el 26 de marzo del 2013 la Suprema Corte de Italia falló que la pareja debía someterse nuevamente a juicio. A su vez, el órgano estatal confirmó la condena a tres años de prisión para Knox por la difamación de Lumumba, condena que se consideró cumplida por los cuatro años que permaneció recluida en Italia.

Según la reconstrucción de los hechos realizada por los fiscales italianos, Guede habría violado a Meredith, mientras Knox la apuñalaba y Sollecito la sujetaba. Esta nueva apertura del caso concluyó el 30 de enero de 2014 con el Tribunal de Apelación de Florencia declarando culpables a Amanda Knox y Raffaele Sollecito por el asesinato de Meredith Kercher. Las penas impuestas en primera instancia fueron elevadas, pasando a 28 años y medio de cárcel en el caso de la estadounidense y 25 años para su exnovio.

Amanda Knox, emocionada al llegar a Washington desde Italia el 4 de octubre del 2011.
Amanda Knox, emocionada al llegar a Washington desde Italia el 4 de octubre del 2011.

En el momento de leer la sentencia en el juzgado se encontraba únicamente Raffaele acompañado de su padre, mientras que Amanda estaba en Seattle y lo siguió por llamada. El hecho de que ella se encontrara en Estados Unidos dificultaba el cumplimiento para la Justicia italiana, dado que la normativa estadounidense indicaba que una persona no puede ser juzgada varias veces por un mismo delito.

A finales de marzo del 2015, el Tribunal de Casación de Italia absolvió a Amanda y Raffaele del asesinato de Meredith, poniendo punto final a un largo proceso judicial. Con el dictamen final de la Justicia italiana, el portavoz de la norteamericana mencionó: «Estoy muy contento porque finalmente haya ganado la verdad. Ella es inocente». A su vez, el propio Sollecito dio declaraciones a La Reppublica y dijo: «Me siento inmensamente feliz de que el Poder Judicial que me condenó injustamente hoy me haya devuelto la libertad y la dignidad. Todavía no me lo creo».