El bikini cumple 65 años

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La prenda de baño fue considerada escandalosa y prohibida durante los años 60, pero la revolución sexual la revivió y hoy en día continúa siendo la opción favorita para el verano.

04 jul 2011 . Actualizado a las 22:04 h.

Este año el bikini cumple 65 años y, aunque lucir estos dos pequeños trozos de tela requiere algunos sacrificios, el amor por esta prenda de baño sigue vigente hoy en día. Monokini, trikini, tankini, mixkini: el dos piezas existe en todas las formas, colores y variantes. Este año se puede adquirir incluso hecho a medida de forma virtual, en vez de tener que probárselo en el incómodo probador, las clientes pasan ahora por un escáner. Con esas medidas, el ordenador calcula el corte ideal. El resultado: un bikini formado por miles de pequeños trozos de nylon que se adecúan perfectamente al cuerpo.

Esta prenda ya era usada por bellezas romanas. Sin embargo, se establece su verdadero nacimiento el 5 de julio de 1946 en la piscina «Molitor» de París, cuando el diseñador Louis Réard subió a la pasarela a la modelo Micheline Bernadini con únicamente cuatro triángulos sobre su cuerpo, dos abajo y dos arriba.

La pequeña prenda cayó como una bomba en el atolón Bikini, de hecho su nombre se debe justamente a las pruebas con bombas atómicas realizadas pocos días antes por los estadounidenses en las islas del Pacífico: «los retazos de tela con cordones» provocaron una indignación similar a estos ensayos con los artefactos explosivos.

Durante mucho tiempo el bikini fue considerado escandaloso y prohibido en varios balnearios. Marilyn Monroe causó revuelo luciendo esta prenda en 1953 al igual que Brigitte Bardot, que el mismo año hizo furor en Cannes con un bikini rosa cuadriculado. Considerado amoral y contrario a los dictados de la moda, que prescribían un traje de baño de una sola pieza, este traje de baño fue desterrado durante un tiempo. Pero no para siempre.

La revolución sexual de los años 60 lo revivió y volvió a vonvertirse en una prenda popular cuando Ursula Andress lo lució en la primera película de James Bond, Dr. No, y Paco Rabanne lo hizo «apto para salón» diseñando sus modelos en plástico. A pesar de todo, en 1968, en alguna que otra piscina todavía se leía: «Prohibido usar los llamados bikinis». Hoy en día, con más tela o con menos, el dos piezas continúa siendo uno de los protagonistas exclusivos del verano.