«Nesa época abríronse incluso hoteis: o cambio foi innegable»

Gladys Vázquez REDACCIÓN / LA VOZ

O TEMPO. MAREAS

J.M. CASAL

22 abr 2018 . Actualizado a las 04:45 h.

11 de enero de 1999. Una localidad contenía la respiración. Esa noche apenas había circulación en Laxe. Estaba a punto de estrenarse la serie que les retrataba: Mareas Vivas. Salía así a la luz el proyecto que Voz Audiovisual empezaba a grabar en la Costa da Morte desde el verano anterior. Portozás se convertía en la localidad más pintoresca de Galicia. Un antes y un después en la producción de ficción gallega.

Antón Carracedo tomaba el bastón de mando de Laxe con la serie ya en emisión. «Non podo ter mellor recordo. Nós xa eramos un polo de atracción de turismo, pero o cambio e o beneficio foi innegable». Y es que además de retratar la vida de Currás o de Andrés, Mareas Vivas hizo protagonista de la trama al paisaje de todo el área. «Toda a zona notou o cambio. Chegou moita xente mesmo de Galicia que non nos tiña presentes. Notouse moito na hostalería. Tamén nos hoteis. Foron varios os que abriron nesa época», recuerda Carracedo, que se enfrentó a la necesidad de servicios. «Manter aínda hoxe o turismo de calidade precisa de investimentos e iso si que non foi tan sinxelo».

El año 2000 estaba encima y con él la prosperidad. «A construción aumentou. Foron moitos os que mercaron unha segunda residencia na zona. Mercaron e trouxeron con eles ás súas familias».

Carracedo recuerda también a aquel numeroso grupo que revolucionó Laxe. Era un equipo de 70 personas, incluidas actores. De ellos, 50 vivían en el pueblo. Y así hasta el año 2002, cuando terminó la grabación. Ocupaban hoteles y pisos, pero también las mesas de restaurantes y bares. Desde el equipo confirman que hubo quién se llegó a empadronar en la localidad y que en cada visita los vecinos les saludan con cariño. Y es que Mareas Vivas entró en la casa de medio millón de gallegos. El capítulo 40 de la serie tuvo un 50 % de share.