Al Deportivo se le olvida marcar

TORRE DE MARATHÓN

El equipo coruñés protagonizó buen fútbol pero careció de acierto frente a un Atlético mermado

02 abr 2018 . Actualizado a las 17:26 h.

Cuando quedan ocho jornadas, no ganas desde diciembre y la permanencia se escapa a ocho puntos más el golaveraje, la falta de gol se convierte en el último clavo de tu ataúd. Como sobran todas las excusas, a este Dépor solo hay que medirlo por las realidades. Y los coruñeses disfrutaron de las mejores ocasiones para ganar a un Atlético sin buena parte de sus figuras, pero volvieron a perder. Un mano a mano de Lucas ante Oblak, salvador con el pie, y un cabezazo fuera de Mosquera, quien remató solo y a placer en el segundo palo, tuvieron que dar ventaja al descanso a un equipo por fin serio a domicilio. Luego, otra carrera de Borja Valle al encuentro del portero volvió a quedarse sin premio justo en el momento en que el cuadro de Seedorf solo necesita goles, puntos y victorias. Por eso, el choque siembra por igual esperanza y pesimismo en un equipo al que hace muchas jornadas que se le agotó el tiempo.

Con tres mediocentros a la espalda de Çolak y Adrián, el técnico eligió de inicio a Lucas en detrimento de Andone y el Deportivo pareció más redondo, acabado y sin estridencias. Pero el Atlético acabó los 45 minutos por delante gracias a un penalti justito. En la única falta cerca del área concedida al rival en el primer período, Gabi la puso por donde Mosquera y Saúl pujaban mientras el coruñés le sujetaba de la camiseta.

El agarrón existe, por más que el centrocampista rojiblanco cayese como un saco de patatas cuando se dio cuenta de que no podía alcanzar el centro de su compañero. Nada más generaron los locales, lastrados por las bajas, al tiempo que lastimados una y otra vez desde el costado derecho, por donde caían todos los envíos deportivistas, a la espalda del novel Isaac y Savic.

Uno de estos fue el de Çolak a Lucas, quien a los veinte minutos estuvo a punto de aprovechar una mala cesión del central. Pero Oblak respondió imperial. Ya en la recta final del primer período, en un córner botado por el delantero coruñés que Sidnei, en el primer palo, no alcanzó, llegaría la segunda clarísima ocasión deportivista, pero el cabezazo de Mosquera, desmarcado, no encontró portería.

El balón voló de área a área tras el descanso, pero hasta así siguió más próximo el empate que el 2-0. La sensación se acrecentó con la aparición de Borja Valle, quien erró dos claras ocasiones nada más ingresar en el campo. Primero, tras el esprint de Adrián y su centro atrás, pero Godín despejó el cabezazo del berciano cuando parecía que superaba a Oblak.

Es cierto que contestó Diego Costa, también recién incorporado, con un chut desde la frontal que se marchó fuera por poco, pero otra vez Valle pudo alegrar a la parroquia. Corrió hasta la frontal, pero no llegó a chutar, pues Lucas Hernández le rebañó el balón en el último suspiro. Las apariciones de Bakkali, quien chutó al lateral de la red tras una buena jugada de Lucas a diez minutos del final, y Andone no ofrecieron el mismo efecto gaseoso en este Dépor al que se le escapó otro aliento de vida en el Metropolitano.