Cayó frente a un Extremadura que llegaba descendido pero le endosó tres goles y se mete en un lío para salvarse en las dos jornadas finales

Pedro Barreiros
Redactor

Un Dépor imposible de aguantar se volvió a hacer realidad en el momento decisivo de la temporada. El Extremadura, descendido matemáticamente, pero tan serio y profesional como se esperaba, remontó al cuadro coruñés y lo metió en un lío morrocotudo de cara a las dos últimas jornadas. En una loca recta final de partido, dos goles de Óscar Pinchi, un canterano deportivista pero en las filas del cuadro de Almendralejo, dejaron en agua de borrajas el momentáneo empate de Santos y acabaron metiendo al equipo coruñés en una auténtica pesadilla de cara a las dos jornadas finales.

En el momento clave de la temporada, el equipo de Vázquez nunca se pareció al de la remontada de la segunda vuelta y sí a aquel oscuro y terrible de los meses iniciales de Liga. La primera parte arrancó como ninguna en esta reanudación liguera: con gol del Dépor. A los cuatro minutos, David Simón cabeceó a la red un centro de Mollejo con la izquierda desde la derecha. El canario, que volvió a jugar de lateral zurdo, se adelantó al defensor del Extremadura y su remate se alojó en la red después de que golpease en el poste. Todo pintaba de vicio frente a un rival ya descendido y que acudió a A Coruña con una convocatoria de circunstancias: 18 futbolistas, entre los que había siete fichas de su filial de Tercera.

Pero el gol tempranero desconcentró a los deportivistas, que perdieron la pelota y dejó mil espacios entre líneas. Sorprendentemente el equipo coruñés dejó la iniciativa a su rival, quizá pendiente de encontrar un contragolpe que zanjase el choque, pero lo cierto es que también se desgastó mucho corriendo detrás del balón. La bronca de Vázquez en la pausa de hidratación, con especial atención en un Montero más despistado que un pulpo en un garaje, no surtió efecto. Los blanquiazules siguieron con varias marchas menos y tan faltos de tensión que el partido derivó en un soso espectáculo sin apenas llegadas al área: los visitantes, porque no sabían; y los locales, porque no parecía apetecerles.

Estos estuvieron a punto de llevarse un disgusto y, de paso, el empate en una buena jugada de Ale Díez a la media hora. Se escapó de Simón y puso el pase de la muerte a Nono, que disparó alto. Nada contestó el Dépor más allá de un cabezazo sin alma de Bóveda que atrapó el portero visitante sin problemas.

El Dépor generó dos ocasiones en el inicio de la segunda parte,, pero ni Aketxe, que chutó alto en el área, ni Merino, cuyo cabezazo acabó en las manos del portero, acertaron. Y el partido volvió a donde se encontraba en la segunda parte: con el Dépor como aturdido, sin ritmo ni oxígeno, mientras el fútbol correspondía al Extremadura. La aparición de Çolak removió todas las líneas, pues el turco se situó a la espalda de Merino, mientras Simón se cambiaba a la derecha, Bóveda pasaba a central y Mollejo, a lateral izquierdo. Pero nada mudó en la mentalidad de los blanquiazules.

Así llegó el empate del Extremadura, que nunca había dejado de intentarlo. Simplemente por las ganas y la insistencia. A Dani Giménez se le escapó un córner botado al segundo palo, Granero devolvió la pelota al área pequeña y Fran Cruz, en boca de gol, solo tuvo que empujar a la red. Faltaban veinte minutos para que el Dépor arreglase el lío en que se estaba metiendo de cara a las dos últimas jornadas.

Esta vez sí quiso la pelota y Vallejo dispuso de un cabezazo que se marchó alto. Justo entonces, a poco más de diez minutos del final, salió Santos. Un centro desde la derecha acabó en pies del venezolano, que se la cedió a Çolak, pero el turco, con todo a favor, no logró batir al meta visitante hasta por dos veces. Al contragolpe, el Extremadura plasmó el drama deportivista. Óscar Pinchi, un jugador formado en las categorías inferiores del Deportivo, batió a Dani Giménez y, en vez de celebrarlo, pidió perdón. Y aún pudo llegar el tercero del cuadro de Almendralejo en otra fulgurante carrera, salvada por los pelos por Montero. Solo Santos, cuando el partido encaraba el tiempo de descuento, dio esperanzas con el momentáneo empate. Pero con el Dépor volcado en pos de un triunfo que no merecía, Óscar Pinchi, lo castigó con el tercer gol en un nuevo contragolpe.

Vázquez repitió la defensa que jugó en Málaga

Vázquez dejó a un lado las rotaciones contra el Extremadura y repitió a siete de los once futbolistas que había elegido de inicio el miércoles en Málaga. Fueron, además del portero Dani Giménez, Bóveda, Mujaid, Bergantiños, Montero, David Simón y Gaku. En aquel partido Valle también saltó al campo justo tras el descanso. En ataque, Sabin Merino no jugaba de titular desde el partido de Tenerife.

La delantera coruñesa del Extremadura

El visitante en Riazor formó con dos atacantes formados en las categorías inferiores del Deportivo. Manuel alineó una jornada más de titular a Óscar Pinchi, quien fichó por el club de Almendralejo el pasado verano tras un año en el filial del Atlético de Madrid. Le acompañó en la vanguardia el hijo del entrenador coruñés del Extremadura, Manu Mosquera, quien se estrenaba así en el once inicial.