Nuevos mimbres, el mismo cesto en el Dépor

TORRE DE MARATHÓN

LOF

Óscar Cano tira de los tres recién llegados, con distinta suerte, pero tampoco así logra acercar la versión del equipo a domicilio a la que exhibe en Riazor

29 ene 2023 . Actualizado a las 21:28 h.

Acumula Pablo Alfaro la experiencia de más de ochocientos partidos, entre su carrera como central y esta (menos vistosa, hasta la fecha) en el papel de entrenador. Bagaje suficiente para detectar aquello que no se le escapa siquiera al espectador común: «Con todo el respeto, el Deportivo es un gran equipo, pero de visitante no está tan cómodo como en Riazor». Lo dice Alfaro y lo refrendan unos números y sensaciones que no variaron en San Fernando, por mucho que Óscar Cano recompusiera el once, tirando de cuanto habían puesto a su disposición. Algo que tampoco sorprendió al técnico rival. «Son dos chicos muy contrastados y cuando firmas a gente así te puede servir para ya. Óscar tiene mucho banquillo para poder elegir». El míster de los andaluces se refirió solamente a los recién llegados que formaron en el once inicial, pero Pepe Sánchez también saltó al campo, conminado a evitar un empate en cuya consumación jugó un papel.

Las novedades de invierno se concentran en torno a ambas áreas. En la ajena ya manda Lucas Pérez, quien por primera vez desde su retorno concluyó un encuentro sin marcar. A su izquierda se ubicó Kike Saverio, autor de una hora de fútbol perfectamente prescindible en su trayectoria, resumida así por su entrenador: «Le ha costado porque llevaba mucho tiempo sin jugar y consideramos que si lo queremos enganchar tiene que tener minutos». Necesaria inversión en futuro a costa de un presente que dio para un disparo al limbo y un presunto centro al área con peor final. De por medio, mezcló mal; razonable consecuencia de la falta de adaptación.

Tiempo de rodaje que no parece precisar Orest Lebedenko. «Ha hecho un gran partido, ha bailado con uno de los cuatro o cinco mejores extremos de la categoría. Ha estado bien, sin errores significativos. En ataque ha aportado menos por la marca y porque los tiempos que nos teníamos que tomar con el balón eran otros; la pelota no rodaba», resumió el míster.

Efectivamente, el nuevo lateral izquierdo anuló a Biabiany, impidiéndole el acceso a zonas sensibles y entorpeciendo sus envíos y disparos. En el arranque del choque trató de aparecer en campo contrario, pero el desarrollo del partido le llevó a enfocarse en la contención. Aunque solo ha pasado hora y media, la impresión es que hay una alternativa válida para el carril.

Y luego está Pepe Sánchez, que saltó al campo en el descuento, pero aún le sobró tiempo para dar que hablar.

Pepe Sánchez llegó a tiempo de salir en la foto final

«Lo elegí por coherencia. Tenían dos puntas y habían metido un central como delantero. Elegí al defensa que mejor iba de cabeza de los que tenía en el banquillo. Es otro jugador del que esperamos mucho, difícil de superar en los duelos, muy concentrado y atento. Nos va a hacer mejores de lo que ya somos». Por eso saltó Pepe Sánchez al césped, según relató Óscar Cano. No fue la única vez en la que el nombre del nuevo sonó en boca de su entrenador: «La única duda que se nos ha generado es la del portero. José Carlos tenía una marca, que era Quiles, y al entrar Pepe adquirió su responsabilidad. Más que nada, es que no nos dieron tiempo a ubicarnos. Han sacado cuando ni sus propios compañeros se lo esperaban».

El relato del saque de esquina que costó el empate retrata el despiste del ex del Granada. Fue Mario Soriano quien acabó emparejado con José Carlos, de talla muy superior. Precisamente Alberto Quiles, quien había entregado la marca, evitó dar nombres y aludió a la responsabilidad coral: «En el último córner tenemos que ser más fuertes. Si rematan, que lo haga forzado, porque ha rematado solo. Sabíamos que estaban buscando acciones a balón parado, lo hemos hablado antes de empezar. Las hemos defendido durante todo el partido; pues la última, con más razón».

«Fuera de casa parecemos otro equipo», lamentaba el delantero. El diagnóstico coincide. Falta la cura, y de momento no pasa por quienes acaban de llegar.