
El entrenador, al que la afición volvió a pedir la dimisión el pasado sábado, está acuciado por los malos resultados a domicilio
02 abr 2023 . Actualizado a las 23:27 h.El Deportivo afrontará un nuevo examen en torno a la figura de Óscar Cano el próximo sábado contra el Fuenlabrada. Una nueva bronca en Salamanca, la segunda consecutiva a domicilio tras la ocurrida al cabo de la derrota de León, ha vuelto a situar entre interrogantes la continuidad del entrenador más allá de este partido. El granadino ya había superado un primer examen contra el Celta B, pero la derrota frente al Unionistas, donde el equipo coruñés jugó con uno menos casi todo el segundo tiempo, lo ha devuelto al punto de mira.
Los malos resultados señalan a un técnico que durante muchas jornadas se parapetó detrás de la media inglesa que su equipo conquistaba, esa serie de resultados que entre finales de enero y mediados de marzo le llevaron a sumar cuatro de cada seis puntos en liza, sin que el rendimiento blanquiazul progresase en modo alguno allí donde más le cuesta, es decir, a domicilio. El rodillo blanquiazul en Riazor, unido por aquellos días a la irregularidad de sus adversarios, le ayudaba a remontar en la clasificación, al tiempo que le invitaba a confiar en que el ascenso directo caería como fruta madura.
Hace tiempo que la plantilla coincide en el convencimiento de que la primera plaza del campeonato pasa por ganar fuera. Destacado como el mejor equipo de la liga en casa, tan solo es uno del montón cada vez que abandona su particular paraíso de Riazor, donde suma de tres en tres al amparo de su devota hinchada.

Esta se ha citado en Riazor en los últimos partidos por encima de los 25.000 espectadores, y todo indica que así seguirá ocurriendo hasta el final liguero, tan enamorada como está de sus colores. Es precisamente el rendimiento que el equipo ofrece como local aquel que lo sostiene entre los que lucharán por el campeonato. En la era Óscar Cano solo seis puntos han volado de A Coruña, tras sendos empates contra el Córdoba, el Castilla y la Cultural Leonesa. Los demás han sido triunfo tras triunfo hasta sumar 27 de 33 puntos posibles en unas cifras que en la práctica resultan muy difíciles de conquistar.
Cinco derrotas fuera con Cano
El problema, como queda claro, llega en sus partidos fuera, donde aquello que ha hecho de forma más habitual ha sido perder. De sus doce partidos como visitante con el entrenador granadino en el banquillo, el Dépor ha ganado cuatro (en Algeciras, Fuenlabrada, Ceuta y Talavera), mientras ha caído en cinco, incluidos los dos más recientes.
La falta de sintonía entre Cano y la afición deportivista quedó patente no solo después de las últimas derrotas, sino ya en la presentación del partido contra el Celta B. Por entonces, cuando sonó su nombre por la megafonía del estadio y su imagen apareció en los videomarcadores, la hinchada lo saludó con la pitada de la tarde. La posterior victoria frente al filial del eterno adversario, en un segundo tiempo jugado con superioridad numérica, y el sostenimiento del equipo en la segunda plaza liguera a solo tres puntos del líder Alcorcón apaciguaron las aguas de cara al choque del pasado sábado.

Entonces, de nuevo los aficionados, en una cifra en torno a los 1.500, se desplazaron masivamente a Salamanca con la intención de disfrutar de un triunfo blanquiazul en plena carrera por el ascenso directo. Sin embargo, después de dejarse la voz apoyando sin descanso al Deportivo, las peticiones de dimisión hacia Cano volvieron a oírse como consecuencia de una derrota que el propio entrenador reconoció como dolorosa. «A la gente que ha venido solo se le puede dar las gracias», dijo.
