Inês Pereira: «Ningún equipo en Europa hace tanto por el fútbol femenino como el Dépor»

TORRE DE MARATHÓN

MARCOS MÍGUEZ

«Jugar contra Aitana Bonmatí y Alexia Putellas no me asusta, es una motivación extra. Me gusta la presión», expone la portera antes del reestreno en la Liga F

08 sep 2024 . Actualizado a las 13:29 h.

Bajo palos, no le teme a la presión. Inês Pereira (Sintra, 1999) ha aprendido a convivir con ella y, de hecho, ahora ya no puede jugar sin ese sentimiento. Uno que le motiva y le hace ser mejor en el césped. Incluso con rivales como el de hoy, el Barcelona (18.00 horas, Dazn).

—¿Cómo se está adaptando a la ciudad?

—Yo soy mucho de estar en casa y tener mi espacio, pero quiero conocer toda A Coruña y los sitios cercanos. No solo se queda la experiencia del fútbol, sino también la de estar aquí.

—¿Y al equipo?

—Muy bien. Creo que el estilo de juego del Dépor es el mío. Ha sido muy fácil la adaptación. Mis compañeras y el cuerpo técnico me recibieron muy bien. Hacemos planes juntas, pero al final nos vemos todos los días en la ciudad deportiva, y creo que también es importante hacer nuestra vida personal fuera del fútbol. Somos una familia, para lo bueno y para lo malo vamos a estar juntas. Tengo muy buena relación con todas, pero me identifico con Pancha, Bárbara, Millene... Hablamos el mismo idioma y eso da una fortaleza mental grande.

—Uno de sus puntos fuertes son los penaltis. ¿Cuáles destacaría usted?

—Sí, parar penaltis es uno de ellos. Pero, lo que más señalaría es mi juego de pies. Para esta temporada, mi objetivo personal es equilibrar todos mis puntos fuertes y frágiles. Quiero ser lo mejor posible y trabajar al máximo. Aquí en el Dépor lo estoy haciendo y hay gente que me está ayudando mucho.

—La portería es una posición muy complicada. Vivirá los partidos en permanente tensión.

—Sí, pero es algo que me gusta, por eso creo que soy portera. Me gusta la presión de saber que, si cometo un error, es mi culpa. Obviamente sé que alguno voy a tener, pero aprendo de ellos. Me gusta la presión de jugar contra las mejores, me encanta.

—¿Cómo trabaja ese apartado mental?

—Siempre mi familia y, sobre todo mi padre, me transmitió la importancia de esto. Trabajo con una mental coach que me ayuda en muchos aspectos de mi vida, tanto personal como deportiva. Ahora estoy disfrutando mucho del fútbol. Sí, tengo la presión, pero no la veo como una cosa mala. Antes sí. Pensaba que si cometía un error sería el final. Aquí en el Dépor también tenemos una psicóloga que nos ayuda constantemente. Si estás bien mentalmente, el cuerpo tira.

—Estuvo en el Mundial de Australia, la Eurocopa, ha jugado en la Champions... ¿Qué cree que aporta al Dépor?

—No me veo como una jugadora veterana, pero sí puedo aportar la experiencia de la presión. Todos los partidos son importantes, si se pierde un punto, mañana puede ser tarde... No siempre las cosas van a salir como queremos.

—¿Están ya contando las horas para el reestreno en la Liga F?

—Le decía a mis personas cercanas que me encantaría jugar el primer partido contra el Barcelona. Va a ser muy bueno para nosotras. Vamos a aprender y mejorar mucho.

—Contra el Barcelona será un partido diferente al resto por el estilo de juego del rival.

—Sin duda. Ganan Champions, la selección española gana torneos con sus jugadoras... Nosotras no podemos dejar nuestro ADN, pero sabemos que el Barcelona es un equipo muy fuerte y nos vamos a tener que adaptar a ellas. Hay que respetar al equipo, pero no tenerle miedo. Si jugamos con miedo, no seremos el Dépor, no se vería nuestra mejor versión.

—Pero impondrá enfrentarse a dos Balones de Oro como Alexia y Aitana Bonmatí.

—Lo veo como una motivación extra. Soy una afortunada por poder estar en el Dépor jugando la Liga F contra las mejores del mundo. No se puede tener miedo. Pueden haber ganado mucho en la vida, pero dentro del campo son jugadoras como nosotras.

—También tendrá enfrente a una compatriota, Kika Nazareth.

—Sí, hemos estado hablando estos días, bromeando. Me gustaría que las dos jugásemos. La última vez que nos enfrentamos fue hace cuatro años, y tengo ganas.

—¿Cómo fue su fichaje?

—El Dépor, desde el principio, estaba interesado, por lo que me comentó mi agente. Tengo muchas ganas de estar aquí, estoy disfrutándolo mucho. Ahora, a hacer lo máximo posible. Ganar en el Dépor; ser mejor en el Dépor; y aprender en el Dépor.

—Cuando le llamó su agente, ¿qué fue lo que más le atrajo para venir?

—No solamente por jugar en la Liga F, que creo que es buenísima, pero me hablaron del Dépor, de la ciudad, de la afición... Fue el acuerdo perfecto. Disfruto del fútbol y de la gente aquí. Sabía que el club tenía buenas instalaciones y que se enfocaba en el femenino. Pero de escucharlo a vivirlo... Hay un cambio muy grande. Estoy encantada por todo lo que hacen por nosotras. Solo el hecho de jugar en Riazor demuestra lo que el club hace por el femenino. Ningún equipo en Europa hace lo del Dépor, intentar que todos los partidos sean allí. Muchos clubes deberían implantarlo, daría visibilidad y atraería a mucha gente. Soy una afortunada por estar en un club que hace de todo por el fútbol femenino.

«No me veo una persona loca, mis compañeras discrepan»

Inspirada por la locura de un compañero de su equipo masculino, se puso bajo palos con ocho años.

—¿Cómo empezó a jugar al fútbol?

—He visto fotografías mías con cuatro o cinco años en las que ya tenía un balón en la mano. Pero hasta los siete no empecé a jugar. Lo hacía en la banda izquierda. Un día vi al portero del club en el que me formé, el Atlético Clube do Cacém, pensé que estaba un poco loco y quise intentarlo.

—Siempre dicen que los porteros tienen un cierto punto de locura.

—No me veo como una persona loca. Aunque mis compañeras me dicen que sí lo estoy... Un poco (ríe). No lo cambio por nada.

—Ha jugado en Portugal y en Suiza. ¿Cómo está viendo la evolución del fútbol femenino?

—Ha crecido mucho. La FIFA y la UEFA están invirtiendo cada vez más. He sido una afortunada por vivir el fútbol en un momento en el que ya estaba empezando a crecer. Las jugadoras de la generación anterior a la mía podrán hablar mejor de ello, porque han pasado de la nada a poder hacer del fútbol su vida. Se vio en el Mundial y en los Juegos, la cantidad de gente que iba. Llenar estadios es muy importante para el fútbol femenino. También hay que destacar que una cosa es ser profesional, con instalaciones como las del Dépor, y otra es ser una jugadora profesional que entrena en campos antiguos... Los clubes también tienen que darle esa profesionalización a sus futbolistas. Y aquí la hay. No me falta de nada.

—¿Qué aficiones tiene fuera del deporte?

—Todo lo que hay en Netflix, ya lo vi (ríe). Me gusta mucho ver series y películas, sobre todo por la noche, y jugar con el ordenador a diferentes videojuegos. Me gustaría empezar a estudiar Márketing, algo relacionado con redes.