«Isadora Duncan» resucita

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La obra de teatro, interpretada por Roberto Cordovani y Nilton Tabares se representa hoy en Caixanova La sala de conciertos de Caixanova acoge hoy la representación teatral «Isadora Duncan», una obra que narra la historia de la famosa bailarina norteamericana que revolucionó la danza en el inicio del siglo XX. La función, que dará comienzo a las ocho y media de la tarde, correrá a cargo de la Compañía Internacional de Teatro Arte Livre.

16 ene 2002 . Actualizado a las 06:00 h.

Escrita por Roverto Cordovani, la obra que esta tarde se representa en la sala de conciertos Caixanova, narra la historia de Isadora Duncan, una famosa bailarina norteamericana que revolucionó el mundo de la danza en los inicios del siglo XX. La danza de Isadora Duncan estuvo marcada por su inconformidad y actitud de rebeldía, sin olvidar su gran uso de la libertad. La ambigüedad, la ligereza, la tragedia, el amor y la libertad son las notas fundamentales de esta obra. La producción de Isadora Duncan, interpretada por Roverto Cordovani y Nilton Tavares, cuentan con una simplicidad escénica que se refleja a través del uso de la luz natural y de un escenario sumamente austero, que permite así centrarse en la interpretación de los personajes en la atmósfera generada. La puesta en escena corre a cargo de la Compañía Internacional de Teatro Arte Livre. Esta compañía nació en Sao Paulo en 1976, y en su trayectoria teatral ha obtenido reconocimientos internacionales tan relevantes como el premio al Mejor Espectáculo en el Festival Internacional de Teatro de Edimburgo en 1988, el premio al Mejor Actor Protagonista, Roberto Cordovani, en el Muestra Internacional del Festival de Otoño de Madrid en 1994, entre otros. La bailarina Isadora Duncan revolucionó la danza, liberándola de los rígidos moldes de la danza clásica. Inspirándose en los movimientos griegos, devolvió a la danza sus antiguas raíces sagradas. Descalza o en sandalias, deleitó con sus movimientos al mundo entero en sus innumerables giras. Tuvo una infancia en completa libertad, ya que su padre abandó a su madre cuado ella tenía dos años. Su madre se ganaba la vida dando clase de piano y la niña pasaba mucho tiempo sola. A los doce años creó su propia escuela de danza con las niñas del vecindario, tras haber pasado momentos de verdadera pobreza. La bailarina murió en un accidente de tráfico a los 49 años, estrangulada por su echarpe de seda china, enredado en las ruedas de su famoso Bugatti.