Es uno de los objetivos que se han fijado los promotores de Ponteviño, esto es, Federación de Hostelería de la provincia y Asociación Gallega de Sumilleres. Pero no es el único. La lista incluye también potenciar los recursos turísticos, promover la unidad del sector y sensibilizar a la sociedad en los valores positivos de la cultura autóctona a base de cursos de cata y conferencias. Por buenas intenciones de partida que no quede.
Los protagonistas principales de este primer Ponteviño asistieron ayer al estreno, celebrado en el hotel NH. Allí estaban José Magaz, Montserrat Prado, Xoán Cannas, Cristina Alcalá, David Barco... y, claro, Santiago Domínguez Olveira, cuya agenda, por fin, empieza a normalizarse después de las 72 horas de Universiada total.
El concejal de Turismo lo que vino a decir es que le iniciativa le parece más que buena, porque todo lo que se diga de lo importante que es para el sector la profesionalización es poco. Dijo también que las administraciones hacen lo que está en su mano, pero que si cada una de las personas que trabaja en la hostelería se convierte en un agente turístico, miel sobre hojuelas.
Cuando se acabaron los discursos empezó el trabajo, en este caso en forma de mesa redonda sobre los beneficios y desafíos del turismo del vino. Para el fin de fiesta se reservó, como no podía ser de otra forma, una cata; en realidad tres, que impartió Isabel Sánchez. En concreto de cavas, aguardientes y vinos dulces.
Hasta que el próximo 26 de mayo se baje el telón habrá más catas y una ristra de cursos de coctelería, cocina y repostería. En todos los casos el vino será ingrediente principal. Los impartirán, entre otros, Carlos Fariña, Xoán Cannas, Carlos González, David Barco, Gloria Mariño, Antonio Portela...
Para que los jueces digan sí o digan sí a Vigo como sede de la Universiada del 2013. Porque, o los examinadores son unos actores estupendos, o están deseando volver. Lo han dicho por activa y por pasiva: «esta ciudad está entregada», por lo hablar de lo bien que se lo han pasado.
Ya contamos que Stefan Bergh, el jefe de la expedición, se quedó sin palabras a propósito del recibimiento en el pabellón de As Travesas. Y hasta se le hizo un nudo en la garganta.
El que ya traía tocada de casa la garganta era Malumbete Relethe, pero se fue con ella curada después del sana, sana (unido a los antibióticos) que le aplicó el médico de la Universidad. Por eso, y por lo mucho que disfrutó, no paró de dar las gracias, siempre con una sonrisa de oreja a oreja.
De hecho, se ganó al respetable desde el minuto cero. Como buen negro lleva el ritmo en el cuerpo. Según me cuenta uno de los asistentes a la cena del sábado, fue el único que no pudo dominar los pies en cuanto Budiño empezó a hacer sonar su gaita a los postres. Fue precisamente Budiño el que volvió a dejar a los jueces sin palabras al elegir el Gaudeamus Igitur como fin de fiesta. En el Museo del Mar, porque en realidad aquélla siguió luego en algún local cercano al Areal. Eso si, se retiraron a una hora prudente. Lo dicho, faltan 38 días para el sí.
Son 23 y forman parte de un grupo de intercambio que organizó la profesora Belén Ojea. Marta Valcárcel, concejala de Cultura, fue la encargada de darles la bienvenida. La visita es devolución de la que hicieron los alumnos de O Condado el pasado octubre. Durante estos días visitarán Santiago, Tui, Baiona y las dunas de Corrubedo.