«Soy un Sancho Panza que siempre está con un Quijote»

VIGO

El músico, que actualmente toca con Mastretta, Iván Ferreiro y Josele Santiago, siempre busca bolígrafos de agua en sus viajes

04 may 2009 . Actualizado a las 12:31 h.

El músico vigués Pablo Novoa es uno de esos artistas de categoría superior cuya calidad reparte generosamente con artistas más famosos que él, pero no le importa, porque prefiere estar en las trincheras. Puede que no sea un héroe, pero tampoco será de los primeros en caer en combate. De hecho, lleva más de veinte años paseando su guitarra por medio mundo y a diferencia de otros, no se aburre. Lo suyo es ir cambiando de banda sonora: «Aunque hice un disco en solitario, normalmente acompaño a otros músicos. Soy un Sancho Panza de todo esto. Siempre hay un don Quijote delante. A mí me resulta mucho más divertido y aprendo cosas nuevas cada día», afirma. El artista explica su modus operandi : «Yo me manejo con una serie de gente con la que me entiendo muy bien y que me parece que tienen mucho talento, y cuando se inicia una nueva temporada me planteo mis prioridades. En este momento, fundamentalmente estoy con Josele Santiago, Mastretta e Iván Ferreiro, lo cual no quiere decir que de repente no haga otras cosas. De hecho es la única forma de mantener un salario mínimo interprofesional», aclara, y añade: «Creo que el proyecto musical en el que he estado más tiempo ha sido Mastretta. Llevo desde el 2000 con él. Con ninguno duré tanto. En Los Ronaldos estuve cinco años, en La Marabunta otros 4 ó 5, en Golpes Bajos, cuatro. Normalmente lo mío son planes quinquenales. De hecho em el 2005 pensé: ¡Qué raro que aún siga con Mastretta!»

Esa versatilidad para bregar en todo tipo de «fregaos» también le ha servido para ser un poco más sabio: «Esta es una actividad artística en todos los sentidos. Al principio parece que la cosa solo va de saber tocar la guitarra, pero con los años te das cuenta de que para dedicarte a esto es muy importante leer, ver cuadros, ir al teatro. Es tu forma de entender la vida y expresarte».

Su único álbum como solista, Novoa cruza el Atlántico , que editó en el 2003 con Subterfuge, tendrá en el futuro un hermano. Pero sin prisas: «Yo no tengo esa necesidad de sacar un disco, esa premura con la que conviven muchos músicos, lo que pasa es que voy componiendo y de repente me doy cuenta de que tengo un montón de material. Eso fue lo que me pasó la otra vez y me está volviendo a ocurrir ahora, pero la situación ya no es la misma. Ahora me lo tendría que hacer yo porque un disco instrumental no te lo graba nadie a no ser que seas Mike Oldfield o Santana», asegura.

Como muchos chavales, Pablo empezó tocando la guitarra cuando era un quinceañero. Su historia más recordada empezó rozando la veintena, en los tiempos de la Movida viguesa, cuando en 1982 creó Golpes Bajos junto a Teo Cardalda, Germán Coppini y Luis García, emprendiendo la aventura musical de aquella época que mejor ha superado el paso del tiempo. Sin embargo, recuerda que antes «militó» en bandas que no llegaron tan lejos, pero que tuvieron su pedacito de fama a pequeña escala en su día, como Druida, grupo que acompañó a Bibiano, el cantautor que se reinventó a sí mismo como empresario del espectáculo.

Por su trabajo, Pablo Novoa viaja bastante. Normalmente, por España, pero también ha estado de gira en Japón con Mastretta, Estados Unidos o Chile con Los Ronaldos, en Italia con La Marabunta, con Julieta Venegas en Méjico..., etc. Siendo músico, no puede evitar fijarse en los instrumentos que se encuentra en sus desplazamientos. El compositor e intérprete no es coleccionista, pero cuenta que después de que álguien le regalada uno, viajando le dio por empezar a comprar bolígrafos de agua, «por traerme algún recuerdo. Me hacían gracia y resulta muy sencillo traerlos. Lo curioso es que ahora me resulta cada vez más difícil encontrarlos», explica. A lo largo de más de diez años se ha ido se ha juntado con docenas de ellos. No son grandes tesoros, pero sí buenos recuerdos, que, como la tinta, no se borran facilmente.