El AVE entre Vigo y Oporto peligra cada vez más y más

VIGO

La línea gallega no forma parte siquiera de los debates abiertos en Portugal sobre la conveniencia de aplazar proyectos por la crisis

09 may 2010 . Actualizado a las 02:25 h.

Portugal tiene cada vez menos margen para hacer frente a su prolongada crisis. El Fondo Monetario Internacional ha exigido al Gobierno de José Sócrates que tome medidas radicales para frenar su déficit, pero el líder socialista se encuentra cada vez más solo a la hora de defender su programa, en el que las grandes obras constituyen la guía en la que el primer ministro confía para encarrilar la creación de empleo y riqueza.

Sus argumentaciones chocan contra la opinión generalizada de que el Ejecutivo debe elegir en qué se debe gastar el dinero público y qué otros proyectos deben aguardar a que pase el temporal. El futuro macroaeropuerto de Lisboa, diseñado sobre el antiguo campo de tiro de Alcochete; la nueva travesía del Tajo, y la línea de AVE entre la capital de la República y Oporto, acaparan las andanadas de la oposición y de gran parte del empresariado, que ven en dichos proyectos una excesiva fuente de gasto e incremento del déficit público. El próximo día 28 Sócrates tendrá que lograr en la Asamblea de su país los apoyos de los comunistas del PCP y del Bloco da Esquerda para que la unión del centro derecha (PSD y CDS-PP) no ponga freno a dichas obras, entre las que ni siquiera se cita ya como prioritarias el tramo de tren rápido entre Oporto y Vigo.

Fuentes presenciales de las dos reuniones que mantuvieron en Lisboa y en Madrid los ministros de obras públicas de los dos países, Antonio Mendonça y José Blanco, advierten de que el interés del Ejecutivo luso sobre la línea lusogalaica era, al menos, relativa y por eso desde La Moncloa instaron al equipo de Sócrates a empezar las obras dentro de dos años por el puente que unirá Tui y Valença. Pero el compromiso, por ahora es solo eso, y para muestra los tres anteriores alcanzados entre los gobiernos de ambos países sobre la misma línea en las cumbres de Figueira da Foz, Évora y Braga.

Que el trayecto Vigo-Oporto no entre siquiera en el debate da cuenta de lo poco que interesa en Portugal, cuyo Gobierno, empresariado y clase política están mucho más centradas en la puesta en marcha del eje Lisboa-Madrid. No en vano, ayer el ministro Mendonça firmó con todo el protocolo el contrato de concesión de las obras entre Poceirão y Caia, el primer tramo que se pondrá en obras en Portugal en su futura red de alta velocidad y que enlazará las capitales de los dos estados.

Para contrarrestar dicha puesta de largo el presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva, prepara una reunión con nueve ex ministros de Economía, entre los que claro está, figura Manuela Ferreira Leite, la fracasada candidata del PSD que en la campaña electoral del pasado octubre arremetió contra el AVE a España. Cavaco va preparando el camino de su partido, el PSD, en la pugna futura por la presidencia de la República y para ello no ha dudado en cargar contra el AVE. El centro derecha recuerda que el propio Gobierno cuenta con informes que advierten de el alto déficit que generarán algunas de las obras señaladas, y entre ellas el AVE Oporto-Vigo está más que subrayada. Por eso, al día de hoy peligra, si no está ya sentenciada.