O Berbés prepara su reencuentro con el mar

Diego Pérez Fernández
Diego Pérez VIGO/LA VOZ.

VIGO

16 jun 2010 . Actualizado a las 16:10 h.

La plaza de O Berbés es, a su pesar, paradigma del caótico urbanismo de Vigo. El deterioro de este patrimonio histórico no ha hecho más que acelerarse a lo largo de los últimos años a ritmo vertiginoso. Casas en ruinas en los soportales, desaparición del antiguo parque ajardinado, consolidación de naves industriales en su frente... Urge frenar el proceso. La Concejalía de Barrios Históricos se ha puesto manos a la obra, con el convencimiento de que tarde o temprano habrá que recuperar un espacio tan singular, el que vio nacer la ciudad.

El teniente de alcalde, Santiago Domínguez, ultima la elaboración de un proyecto para que O Berbés vuelva a abrazar el mar. «A nosa idea é abrir a praza, que os cidadáns gañen espazos e que se convirta no mellor escaparate posible do Casco Vello», apunta. La propuesta contempla, además de la rehabilitación de las 48 fachadas de edificios, la peatonalización de gran parte de la plaza, la eliminación de la verja portuaria y el traslado de naves frigoríficas a Bouzas.

Su objetivo es sentarse a negociar la propuesta con la presidenta de la Autoridad Portuaria, Corina Porro, y alcanzar a un pacto. El momento es propicio porque la Xunta ha accedido a prolongar el túnel de Beiramar, lo que brinda una oportunidad de oro. La idea del vicealcalde del BNG es soterrar el tráfico general y dejar una vía de servicio para el puerto.

Almacenes

Domínguez es un firme convencido de la necesidad de reordenar espacios en toda la franja portuaria. Aboga por llevarse a Bouzas, donde permanecen más de cuarenta almacenes vacíos y sin estrenarse desde el 2008, las naves que tapan la visión del mar en O Berbés.

En el entorno de la plaza hay otra nave en desuso que el Puerto quiere reconvertir en una pescadoteca, una zona de ocio relacionada con el mundo del pescado. Detrás de ella, ya está la dársena del puerto pesquero con los barcos ofreciendo a diario el espectáculo de su trabajo, ahora mismo vedado para los ojos ciudadanos.

La Asociación de Vecinos del Casco Vello apoya con entusiasmo la idea. Su presidente, Henrique Macías, ya explicó por carta a las instituciones que sería la forma hacer efectiva la frustrada operación Abrir Vigo al mar. Para ello solo se necesita enterrar el tráfico y algo de generosidad por parte del Puerto.

Los tres grandes organismos públicos de Vigo son culpables del deterioro de O Berbés: el Concello porque no frenó el deterioro de los edificios de los soportales, donde apenas se conserva algún elemento original de lo que un día fue la cuna de Vigo; el Puerto porque los sucesivos rellenos no han hecho más que alejar el mar y crear nuevas pantallas visuales; y la Zona Franca porque en 1999 llevó a cabo una controvertida reforma de la plaza.

Con la excusa de la construcción de un aparcamiento subterráneo (cuyas plazas se confirmaron insuficientes para los residentes de la zona al poco de abrirse), el arquitecto Vázquez Consuegra diseñó una gran explanada de granito que a casi nadie convenció y que, quizás por ello, se acabó adulterando todavía más con añadidos como el estaque con gamelas-macetero y un parque infantil pegado a los soportales.

Zona Franca, que también ha recibido severas críticas por el resultado de la construcción del centro comercial A Laxe, tampoco apostó en su momento por prolongar el túnel de O Berbés desde Cánovas del Castillo hasta la avenida de Beiramar.

Ribera

El descontento de los vecinos de la zona es más que evidente. Un buen ejemplo es Josefina Sánchez, de 76 años, que lleva toda su vida «en la Ribera». El nombre es tan habitual en el Casco Vello como carente de sentido a estas alturas, ya que no se atisba ninguna orilla salvo que uno suba hasta el Paseo de Alfonso. «Trabajé en puerto desde niña, empacando pescado, y siempre he estado aquí, por eso me apena especialmente ver cómo ha cambiado todo y cómo se ha ido alejando cada vez más el mar», lamenta.