El grupo socialista ha utilizado el caso Finca do Conde para erosionar políticamente a los populares. Superada esa fase, que puede volver a reproducirse en la fase previa a las elecciones, el gobierno local tiene que encauzar el proyecto para que no se le vaya de las manos. El riesgo es evidente ya que el pago de cientos de millones de euros en indemnizaciones quebraría la economía local. Por este motivo la suspensión de licencias y la elaboración de un nuevo planeamiento en el ámbito se contempló como una salida tendente a facilitar su legalización. Con una nueva orientación, adaptada a la realidad física de los inmuebles allí existentes, se pretendía facilitar la concesión de una licencia que fuera aceptada por los jueces. Se proseguiría así la senda de Jacinto Benavente, el primer edificio legalizado conforme al nuevo Plan Xeral.