Caballero quiso también evitar que Porro reformara el jardín de Areal

Juan Manuel Fuentes Galán
juanma fuentes VIGO / LA VOZ

VIGO

El alcalde denunció el proyecto a Patrimonio para que lo paralizara

07 mar 2011 . Actualizado a las 15:44 h.

El listado de enfrentamientos entre Concello y Autoridad Portuaria es muy superior al conocido, que ya es de por sí elevado. Además de la paralización de la fuente cibernética y de la rehabilitación de las naves de la fruta, conseguidos hasta ahora, y del de la nave de rederos, donde todavía realiza obras el Puerto, Caballero trató también de evitar que se reformaran los jardines de Areal.

Esta zona verde depende de la Autoridad Portuaria pero de su mantenimiento se encargaba el Concello. A mayores, al encontrarse físicamente dentro de la calle Areal en apariencia era una dotación municipal más. Por este motivo el gobierno local se planteó su renovación y mejora mientras el Puerto elaboraba también un proyecto en el mismo sentido.

Una vez que ambas iniciativas colisionaron desde la administración portuaria se esgrimió la titularidad del terreno para hacer valer sus derechos. Consciente de que en este caso pinchaba claramente en hueso, el alcalde optó por realizar una oferta conciliadora, que Porro no quiso atender.

Zona arqueológica

Paralelamente, desde el Concello se denunciaban las obras que llevaba a cabo el Puerto en estos jardines ante la Consellería de Cultura. El argumento municipal es que estos trabajos afectaban al ámbito del yacimiento arqueológico de la calle Areal. La arqueóloga del Concello alegó igualmente que las obras no tenían licencia municipal, por lo que solicitó a la Gerencia su paralización.

Estos hechos han salido a la luz tras la presentación por Corina Porro de una querella criminal contra Caballero y el concejal de Urbanismo, el socialista José Mariño. A ambos los acusa de prevaricación y desobediencia por la paralización de las obras de rehabilitación de las antiguas naves de la fruta, situadas cerca de la sede de la Xunta. Desde el lado portuario se califica la gestión municipal como un intento de obstruir la mejora del recinto portuario, mientras que Caballero y Mariño insisten en que simplemente tratan de hacer cumplir la normativa urbanística evitando la ejecución de obras ilegales.

Al margen de los escritos en apariencia amables que cruzaron en este tema Caballero y Porro, lo cierto es que el acuerdo era imposible desde el principio. De hecho, la presidenta del Puerto tenía previsto reclamar al Concello por vía oficial que abandonara el terreno del parque infantil y respetara su titularidad.

El proyecto elaborado por el Puerto preve una inversión en la zona de 400.000 euros. Con este dinero se están renovando los jardines, incluyendo la creación de senderos para caminar. También una pista de atletismo de 750 metros de longitud y un área para la práctica del skate. También tiene previsto mantener la zona de juegos biosaludables para adultos y espacios específicos para niños con tres lugares diferentes según la edad. Por último se renovarán las canchas de fútbol y de baloncesto, todavía no ejecutado, quizás por la denuncia del Concello a Patrimonio.