Si pierden, Porro habrá malgastado su última ocasión y a Caballero y Domínguez se los devorarán los suyos
03 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Cada vez está más claro que la alcaldía de Vigo se decidirá por el canto de un duro. Salvo que la política nacional dé una vuelta de tuerca más, el regidor que los vigueses elegirán para dirigir la ciudad hasta el 2015 volverá a contar con el mismo margen ajustado del que gozó Abel Caballero en los últimos cuatro años. Por eso no es de extrañar que el que pueda trate de blindarse por si las urnas le dan la espalda.
En ello aseguran que está Corina Porro. Senado, Delegación de la Xunta o un cargo a tiro de nombramiento del Ejecutivo de Feijoo, incluso continuar en el Puerto, son los escenarios que le dibujan desde filas conservadoras a la presidenta del PP vigués por si fracasa en la que casi seguro sería su última oportunidad de volver a ser alcaldesa. Esta será la quinta vez que Porro forme parte de las listas electorales del PP al Ayuntamiento vigués, tres de ellas como aspirante a regidora, por lo que por tanto lleva desde 1995 con puesto fijo en las candidaturas de su partido al Concello, pero también al Parlamento gallego y a las Cortes.
Algo parecido le ocurre a su número dos, José Manuel Figueroa, que el 23 de abril batirá todos los récords de permanencia como concejal en el Ayuntamiento vigués, superando incluso a Leri. Al final del próximo mandato habrá acumulado 28 años sentado en el salón de plenos, lo que le otorga experiencia, pero le da votos para ser candidato a sufrir los rigores de la renovación si es que el PP no logra esta vez tampoco la alcaldía.
María José Bravo, que como se apuntó en esta sección el mes pasado irá en la lista de Porro muy arriba; Lucía Molares, y hasta Javier Guerra podrían ser los nuevos rostros electorales, pero antes de las elecciones de dentro de cuatro años, todo un mundo en política, tendrán que dictar sentencia las del 22 mayo.
La misma condena podría producirse contra Caballero y Santiago Domínguez si no consiguen reeditar su bigobierno. Al socialista le esperan ya en medio PSOE en Galicia con los cuchillos afilados, mientras en Vigo los críticos entrenan preparando la guerra civil que se abrirá si Caballero pierde. La presencia de Carmela Silva en el grupo genera para el aparato local defensas aportadas desde Madrid, pero que podrían convertirse en inconsistentes si el PSOE pierde el año que viene las elecciones generales.
Un panorama similar le aguarda a Domínguez en el BNG si no consigue repetir como teniente de alcalde. Es cierto que la Unión do Povo Galego (UPG) ha acabado siendo corresponsable de la lista y de la gestión municipal, pero el partido mayoritario del frente optará si llega el caso por un rostro distinto al de Santi, que ha tenido hueco en la lista desde 1995.