Tras recibir el visto bueno de los colectivos vecinales de la parroquia de O Hío, las tres personas que figuran como propietarios de la vieja Casa do Médico (Javier Guimeráns y Joaquín y José Hermelo Lorenzo), cedieron formalmente al Concello de Cangas la propiedad del inmueble con la condición de que en el plazo máximo de cinco años quede rehabilitado para destinarlo a usos sociales. En caso negativo, volvería a manos de los titulares.
La casa tiene una larga historia. En 1924, u grupo de vecinos funda la sociedad de socorros mutuos La Unión para mejorar la atención sanitaria en la parroquia contratando un médico. Se crea una especie de seguridad social vecinal en la que cada asegurado paga de cuota 0,25 pesetas. Al médico le pagan 3.000 pesetas anuales
En 1927, la sociedad decide construir un local para que el médico pase consulta y sea, además, el centro social de O Hío. La sociedad recibe ayudas de vecinos de la parroquia emigrados en Argentina. Dos años después se inauguran las nuevas instalaciones. Se permite al médico vivir en la casa con su familia.
Nada más comenzar la Guerra Civil, las nuevas autoridades cierran el local. Un par de meses más tarde permiten a La Unión reanudar la actividad. En 1980, el médico registra la casa a su nombre. Los vecinos deciden presentar una demanda y contratan al abogado Ventura Pérez Mariño.
Tras fallecer el médico, sigue viviendo en ella su esposa. Siendo alcalde Sotelo, negocia un acuerdo por el que el Concello le paga una residencia para que deje el inmueble, una solución que generó críticas en un sector de la parroquia.
Al fin, la pasada semana los vecinos acordaron la cesión del local al Concello para destinarlo a centro social.