Nueva York se rinde a la paella de un cocinero tomiñés

VIGO

12 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

1En Nueva York proliferan los puestos callejeros de comida, en los que hamburguesas y perritos son los reyes del menú. Gracias a la iniciativa de Rosendo Fernández, un cocinero de Tomiño, ya pueden degustarse sabores más saludables a pie de calle.

Propietario junto a dos socios valencianos, los hermanos Pablo e Ignacio Manso, de tres restaurantes en Bleeker Street y Carmine Street, pensaron que sacar a la calle una parte de la cocina podría ser un gancho publicitario, sobre todo la preparación de paellas en vivo y en directo. Tenían razón. «Es un show», afirma en un largo correo que le ha remitido a la compañera Olga Suárez, en el que relata parte de su peripecia profesional.

Cuenta que la gente empieza a hacer cola en cuanto se ponen a hacer el sofrito y que venden entre 400 y 500 raciones diarias. También venden empanadillas, croquetas, chorizos y, por supuesto, tortilla, «otro plato que a los americanos les encanta», dice.

Rosendo nació en la parroquia tomiñesa de Taborda. Su padre emigró a Nueva York en los 60. Poco después, cuando ya estuvo instalado, se llevó a la familia, mujer y cuatro hijos. Rosendo tenía entonces cinco años, pero nunca se ha desvinculado de sus orígenes porque aprovecha cada oportunidad que se le presenta para visitar Galicia, aunque reconoce que es muy difícil encontrar tiempo libre en un negocio como el suyo.

Empezó a trabajar a los 17 años de camarero en el Café Español de Greenwich Village, propiedad de otro tomiñés amigo de su padre, que cuando decidió retirarse, tras los atentados del 11-S, se lo vendió.

Explica que la idea es mantener el puesto callejero hasta que empiece el frío (octubre-noviembre), para luego dedicarse solo a los restaurantes. Buena parte de los productos que llenan la despensa y las neveras de éstos llegan directamente desde Galicia. Es el caso del pulpo, los calamares o las vieiras. También reciben de España el pimentón y el azafrán.

Premios Diputación

2La Diputación de Pontevedra entregó ayer sus galardones anuales. Entre los premiados figuran Aldeas Infantiles, el club de balonmano femenino de O Porriño y la bodega Terras Gauda. A la primera entidad se le reconoce su labor en el campo social. Se recordó que la aldea redondelana es la segunda de las creadas en España. La distinción ha sido también un homenaje póstumo a su fundadora, Rita Regojo, recientemente fallecida.

En cuanto a las balonmanistas porriñesas, su ascenso a la División de Honor ha sido el mayor logro del deporte provincial en lo que va de año. Finalmente, la distinción de Terras Gauda se inscribe en la categoría empresarial. De la firma que preside José María Fonseca se valora la intensa labor de investigación que desarrolla, así como la introducción de sus productos en mercados como el australiano el hindú o el taiwanés.