Los vigueses pagarán en 2012 un 3,8% más en los impuestos municipales, salvo excepciones
01 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Gestionar un Concello con una economía saneada en un momento de crisis no implica renunciar a una importante subida de impuestos municipales. Así lo demostraron ayer el gobierno socialista y la oposición nacionalista, que dieron vía libre a un incremento del 3,8%. La edila de Facenda, la socialista Raquel Díaz, se agarró al clavo ardiendo de que año tras año desde hace una década se aplica siempre el IPC de los doce meses anteriores (con la referencia de abril). El PP le replicó que la costumbre no hace ley y que todas las ciudades españolas suben las tasas en un porcentaje inferior, en torno al 3%. Este dato no fue objetado por Díaz.
La única concesión del gobierno local, que aplica en algún caso por exigencia del BNG para dar su respaldo a la medida, son una serie de retoques y bonificaciones en varios impuestos. En concreto, la práctica eliminación de la tasa de terrazas en la vía pública, la rebaja de la tasa de basura para oficinas, y la congelación de la tasa de guarderías y de asistencia domiciliaria así como una bajada del impuesto de circulación para los vehículos eléctricos.
El impacto de todas ellas en el conjunto de los impuestos locales es muy escaso, tanto que la titular de Facenda ni siquiera lo ofreció. Por su parte, la portavoz del PP, María José Bravo, tampoco se lo reclamó.
Una vez que el BNG había dado vía libre a la aprobación inicial a finales de agosto el resultado de la votación de ayer estaba cantado y no ofrecía duda alguna. Pese a ello el grupo popular intentó que calara la idea de que en tiempos de crisis un Concello tiene que tomar medidas que no serían de recibo en una situación económica normalizada.
El golpe de efecto de Bravo fue comparar el caso de Vigo con otras muchas ciudades, donde los impuestos locales suben en una proporción inferior. Señaló concretamente Valencia (3,2%), Granada (3,5%), Oviedo, Teruel, y Guadalajara (3%), y el muy especial de Cádiz, donde se congelan las tasas locales.
Desde hace semanas el PP ha reclamado un incremento cero y ayer volvió a reiterar su demanda. «Vigo padece una situación especial, una crisis nunca padecida, y su situación económica le permitiría afrontar una congelación», frase con la que esta concejala popular reconocía por pasiva que el Concello vigués no tiene problemas económicos.
El llamamiento del PP cayó en saco roto. Díaz comparó el caso del Concello vigués con la Xunta «donde la subida es por lo menos del 20%» y destacó que los sectores más afectados estarán beneficiados por las bonificaciones. También intentó descalificar la propuesta de los populares asegurando que en 2006 la alcaldesa Corina Porro (PP) hizo exactamente lo mismo que ellos y aplicó el IPC anterior de abril a abril. Obviamente, dejó de lado que por aquel entonces la crisis económica ni había empezado ni se le esperaba.
Vadear la crisis
En medio de este peloteo dialéctico entre ambos partidos, Iolanda Veloso (BNG), situó su decisión de respaldar la subida como una prueba de responsabilidad. «Non podemos caer nun debate fácil e simplista; a política impositiva é máis complexa e ten consecuencias para os cidadáns. Non podemos deixarnos levar por frases máis propias da campaña electoral».
Por ello consideró lo más adecuado seguir con la práctica de la subida del IPC en el período mencionado, que calificó de «política fiscal sensata» y recordó que hace unos años el PP prometió ante notario eliminar la tasa de basura y finalmente no cumplió. «A proposta do goberno, na que o BNG fixo propostas, ten en conta a capacidade do contribuyente», concluyó.