El PP necesita un líder

VIGO

27 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Vigo es hoy la única ciudad de España donde el PP no tiene un ganador. Es más: no tiene ni candidato. El desplome socialista ha permitido a los populares ir al copo, tomando todo el poder estatal, autonómico y municipal. Y es imposible encontrar una sola gran población donde el partido de Rajoy no haya arrasado y sus dirigentes vivan en el mejor momento político imaginable. En Vigo, sin embargo, no.

Si extrapolamos los resultados del 20-N a unas municipales, el PSOE sólo perdería dos concejales; el BNG mantendría los tres actuales; e Izquierda Unida se presentaría en la praza do Rei con dos ediles. Pero lo más asombroso es que el PP no sube: se mantendría en 13 concejales, una mayoría insuficiente para gobernar.

Puede aducirse que las extrapolaciones no son buenas. Pero, si en algo resultan inexactas, es que en estas generales el castigo al PSOE debería haber beneficiado aún más al PP. Por lo tanto, aquí pasa algo.

Tres partidos pueden estar contentos, cada cual en su medida. Las urnas, que valen más que todas las encuestas -y que todo el voluntarismo de la opinión publicada-, revelan que el PSOE en Vigo no se hunde. Está muy lejos de haber colapsado. Porque los socialistas perdieron 4,3 millones de votos en todo el Estado, lo que supone un 40% de sus apoyos. Si aquí hubiese sucedido lo mismo, Caballero estaría acompañado en el Concello por sólo otros cinco ediles.

Tampoco han sido malas las noticias para el BNG. Al menos, puede consolarse con que parece haber encontrado su suelo electoral al manteners tres ediles. Si no ha crecido, como debería haber ocurrido, ha sido porque el PSOE se ha mantenido fuerte, sin el desplome de otras plazas, y porque la formación frentista está empeñada en despeñarse políticamente, empujada por la ?U?, desde la derrota en las autonómicas (por no decir desde el propio Gobierno bipartito).

Para IU, todas las noticias son buenas. Han roto el techo del 5 por ciento, que necesitan para acceder a la praza do Rei. Y Rubén Pérez se perfila como un tipo de mucho futuro en esta ciudad.

Así que los problemas, de entre todos, los tiene en parte el BNG y, sobre todo, el PP. Es inaudito que no haya arrasado en votos y que siga siendo incapaz de romper el techo que un día fijó Manuel Pérez. El ex líder popular, que fue un gran candidato y un mal alcalde, debe de estar todavía riéndose de cómo ha ido su partido desde que fue, por orden de Cuíña, descabezado.

Y es que el PP de Vigo necesita, como el aire para respirar, un candidato. Chema Figueroa sigue ejerciendo como el hombre de la casa, el segundo de Corina Porro que ha tenido que apechar con el partido para sacarlo del lío. Pero no será el alcalde de Vigo. Tendríamos que ver pronto si el futuro es Javier Guerra o López-Chaves (¡ojo con él, que este señor es una sorpresa!). Y si hay una tapada, el PP necesita ya que aparezca.