El nuevo hospital atasca el pacto

VIGO

El acuerdo, si se logra, permitirá acelerar            las obras y una más rápida entrada en servicio del hospital.
El acuerdo, si se logra, permitirá acelerar las obras y una más rápida entrada en servicio del hospital. m. moralejo< / span>

Populares y socialistas, que ya habían anunciado su acuerdo, siguen negociando una redacción sobre las obras que contente a los suyos

19 mar 2014 . Actualizado a las 15:31 h.

El acuerdo para aprobar los presupuestos del 2014 con una mayoría del 89 % estaba casi listo a principios de la pasada semana. Tanto, que no se descartaba que pudiera cerrarse, o casi, el viernes 14. Sin embargo, a miércoles 19 el proceso sigue en marcha, pero atascado. Fuentes de ambas partes reconocen que está casi todo hecho, que hay buen ambiente y consenso en los asuntos principales, pero no hay forma de dar carpetazo a la negociación. El motivo es el de siempre, el verdaderamente relevante en esta negociación: las obras del nuevo hospital de Beade.

Es una asunto crucial para el PP, pero también para el PSOE, Los populares quieren que el Concello lleve allí las canalizaciones de los servicios (la electricidad, el saneamiento, el agua, etc.), y los socialistas lo aceptan. El problema, para ambos, es la redacción del acuerdo.

Los populares quieren que quede a la vista de forma explícita. Ellos mismos lo han establecido como línea roja, como «condición irrenunciable», como dijo el propio José Manuel Figueroa. Así que también está en juego la credibilidad de la firmeza que anunció el PP en la negociación.

Pero el gobierno socialista también se juega la suya y opta por difuminar, de tal manera que pueda seguir vendiendo que no apoya al «hospital privado», como se molestó en enfatizar el propio alcalde, Abel Caballero, en la reunión que mantuvo con la plataforma SOS Sanidade Pública, que componen todos los partidos de izquierda, los sindicatos y otros colectivos. Este es un apoyo vital para Caballero porque son los que han montado todas las movilizaciones contra el gobierno de Feijoo por la sanidad y le dieron un voto de confianza cuando les transmitió que seguiría sin hacer los servicios para el hospital.

En el borrador del acuerdo, redactado por el PSOE, se fijaba que se llevarían servicios a las parroquias de Beade y Valladares. En las enmiendas que ya han redactado los conservadores, y que todavía no han remitido a los socialistas, sí aparece específicamente que se dotará de servicios al nuevo hospital.

Así que la clave del extraordinario acuerdo político presupuestario va a depender de la principal obra que la Xunta lleva a cabo en la ciudad y que hasta ahora no ha conseguido transmitir a la ciudadanía. Para el PP es su buque insignia y para el PSOE el estandarte de un proceso de privatización de la sanidad pública, un contexto que en nada ayuda a alumbrar las cuentas del 2014 mediante un remedo de cuasigobierno de concentración.

Caballero reconoció ayer que el proceso está atascado, utilizando para ello frases del estilo de «seguimos hablando y confío en que en un breve espacio de tiempo tengamos novedades». Pero evitó dar fechas para terminar el proceso, consciente de que la pelota está en el alero. «Podría ser antes del fin de semana, pero solo confío», precisó, cauteloso, a los medios de comunicación.

Según fuentes populares, Figueroa telefoneó el lunes a Caballero, porque el PP había quedado en dar una respuesta al borrador socialista. Pero no se fijó ninguna fecha y ahora serán los dos líderes los encargados de limar y cerrar el acuerdo en una reunión, tras el trabajo previo del socialista David Regades y el popular Miguel Fidalgo.

Para no complicar más las cosas, el alcalde avaló que mientras aquí negocia el futuro del hospital, en el Parlamento de Santiago el PSOE intenta paralizar las obras del hospital proponiendo recuperar la concesión, como ayer adelantó La Voz. Eso sí, sin cargar las tintas: «Eso no es tema del presupuesto, y es la sexta o séptima vez que lo reclamamos. Yo lo desconocía [que se ha vuelto a pedir]», dijo, en alusión a la proposición no de ley que el PSOE registró por la vía de urgencia el día 12, el siguiente a que ambas partes anunciasen el preacuerdo sobre las cuentas municipales.

En el PP aseguran que quieren «garantías de cumplimiento de los acuerdos», en referencia, sobre todo, al hospital. La posibilidad de firmar algo con dobles interpretaciones o que después no se cumpla aterra al grupo municipal de José Manuel Figueroa, consciente de que significaría su muerte política.

Claro que, ahora, el tiempo apremia. La obra del hospital de Beade necesita la electricidad a corto plazo, que la Xunta ya había presupuestado y que no ha ejecutado. Pero en estas cosas, la política manda.

Ambos grupos intercambian propuestas, pero no han logrado una válida

A Figueroa le aterra el fracaso y a Caballero la presión de SOS Sanidade