
El Tribunal General de la UE validó los incentivos al naval
01 mar 2016 . Actualizado a las 01:39 h.Bruselas se resiste. No acepta la derrota. El Ejecutivo comunitario anunció ayer que recurrirá la sentencia del Tribunal General de la UE que certifica la legalidad del antiguo tax lease español. El sistema de bonificaciones fiscales diseñado para promover la contrucción de buques en astilleros nacionales fue tumbado por la Comisión Europea en julio del 2013.
El Gobierno español y más de medio centenar de inversores recurrieron en masa ante la justicia europea, que les dio la razón el pasado 17 de diciembre. Bruselas no está conforme. Agotará todas las vías legales para imponerse: «Hemos decidido apelar la sentencia. Defenderemos la decisión ante el Tribunal de Justicia», aseguró ayer su portavoz comunitario, Ricardo Cardoso, sin aclarar detalles en torno a los argumentos y pruebas que esgrimirán en su apelación.
La polémica
El equipo de la actual comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, defenderá hasta el final el dudoso legado de su predecesor, Joaquín Almunia. Bajo su batuta, Bruselas exigió a España en julio del 2013 recuperar las ayudas fiscales valoradas en 126 millones concedidas por el Estado a los inversores organizados en agrupaciones de interés económico (AIE). Desde esas plataformas se canalizó la financiación para la construcción de buques entre los años 2007 y 2011. La Comisión consideró que las bonificaciones otorgadas a los inversores eran ayudas de Estado ilegales que falsearon la competencia y beneficiaron a los astilleros españoles en detrimento del resto de los europeos. La polémica decisión vino precedida de una ristra de denuncias de los astilleros holandeses, deseosos de herir de muerte a sus competidores españoles. La batalla legal librada en Bruselas paralizó la actividad del sector en Galicia, el gran perjudicado.
Falta de credibilidad
Después del profundo y dilatado enfrentamiento entre España y la Comisión Europea, la patronal de los astilleros privados (Pymar) cree que esta es otra pataleta más de Bruselas, una maniobra «dilatoria» para postergar algo inevitable: su derrota. «Son conscientes de que no ganarán», aseguro ayer la consejera delegada de la organización, Almudena López. La Comisión se juega su credibilidad, dañada anteriormente por una sentencia que le acusa de actuar de forma «errónea» y de no sustanciar de forma adecuada su denuncia.