Afaga dedicará los 4.000 euros del premio que les ha regalado Boris Izaguirre a reforzar el programa de atención a las familias de enfermos con apoyo y formación
16 oct 2019 . Actualizado a las 22:11 h.La asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de Galicia (Afaga) recibió con sorpresa y gratitud la donación de los 4.000 euros que Boris Izaguirre ganó en un concurso de televisión. El escritor venezolano se acordó de ellos ante millones de espectadores porque hace años una persona del entorno familiar de su marido Rubén estuvo en el centro y quedaron muy satisfechos con la atención recibida. «El dinero es importante y sobre todo el hecho de que nos ha visibilizado en todo el país por nuestras buenas prácticas del día a día», valoraba ayer el presidente, Juan Carlos Rodríguez Bernárdez.
El dinero será empleado en mejorar la calidad de vida de los asociados. Una entidad que atiende a 650 personas tiene mucho donde emplear sus recursos. «Nos han salido muchas novias para los 4.000 euros», afirma el presidente.
Dedicarán la donación a reforzar uno de sus programas fundamentales, el de atención a las familias, a las que prestan apoyo y formación. Consideran muy importante el autocuidado del cuidador. «Tienen que tener un tiempo y un espacio propio, de ahí los programas de respiro familiar con actividades que permitan romper la dinámica de cuidado y relacionarse con otras personas», señala Juan Carlos Rodríguez.
Los cuidadores informales, es decir, los allegados no profesionales, representan gran parte de la atención a las personas con demencia. «Van dedicando más tiempo a la atención, lo que genera también problemas de pérdida de relación social, de sus cuestiones laborales, deben reducir sus jornadas o dejar sus trabajos para dedicarse con más intensidad al cuidado». A ello hay que añadir el coste económico que las familias asumen directamente y que Afaga cuantifica en unos 30.000 euros anuales.
Pero además hay un coste invisible, que es el tiempo que se dedica a los familiares enfermos y el precio psicológico, «que es terrible porque cuidan a sus seres queridos y cuesta asumirlo. Hay un proceso de adaptación psicológica y de ir planificando una nueva realidad».
Intervenciones
Afaga también dedica programas de intervención para las personas con Alzheimer dirigidos por psicólogos, terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas, animadores, educadores sociales mediante terapias no farmacológicas de estimulación cognitiva para potenciar las habilidades de los pacientes para ralentizar sus procesos de deterioro.
En sus instalaciones de Martínez Garrido atienden a un centenar de personas que se encuentran en las fases más tempranas, en grupos pequeños de no más de diez personas y buscando que sean homogéneos. En Povisa desarrollan un programa de acompañamiento. Además gestionan el centro de día de Beiramar, donde atienden a unas 40 personas y que registra una alta demanda. Fue el primero que se hizo en Galicia de la red pública de centros. Además cuentan con programas fuera de Vigo, como la unidad terapéutica de O Porriño y los planes de intervención en Mos, Tui, Ponteareas, Salceda, Nigrán y un recientemente abierto en Redondela. En Tui llevarán a cabo un programa piloto en el rural.
Además trabajan la prevención y el diagnóstico temprano con el programa Cultiva la Mente, enfocado a personas sin patología conocida mayores de 50 años para fortalecer su memoria, cuidar su autoestima y romper con el problema de la soledad.
8.000
En Vigo y comarca
La mitad no están diagnosticados y el 7 % son personas que viven solas. Afaga demanda un estudio epidemiológico.
«Nos falta espacio para desarrollar nuevos proyectos y ampliar los que ya tenemos»
El presidente de Afaga estima que más de 8.000 personas padecen Alzheimer en el sur de la provincia, pero son datos que extraen de la traslación de las estadísticas de organismos como la OMS. Echan en falta un estudio epidemiológico porque «creemos que el envejecimiento de la población y el aislamiento muchas veces fomenta la aparición de la demencia en edades tempranas». Afaga registra un aumento de las personas que acuden al centro en busca de asesoramiento. En 2011 fueron 120 y en 2018 pasaron 314 por sus instalaciones.
La mitad de los afectados no están diagnosticados, por lo que también demandan una unidad de demencia en Vigo para mejorar el diagnóstico y poder hacer una intervención desde el primer instante. Comprueban que está funcionando con éxito la unidad de derivación en algunos centros piloto del área, desde la atención primaria hasta neurología.
Juan Carlos Rodríguez afirma que uno de sus principales problemas es la falta de espacio para poner en marcha nuevos proyectos para adaptarse a las nuevas realidades. Por ejemplo, cada vez llegan más personas solas a la asociación. «Tenemos casos de personas con Alzheimer que cuidan a personas con Alzheimer, son situaciones muy alarmantes». Merecen atención profesional y entornos cómodos. «Estamos desesperados con la falta de espacio», asegura.