
El servicio minevera.es de la firma local Tahona manda envasados al vacío y en frío platos que componen menús semanales a los que es incluso posible suscribirse mensualmente
11 sep 2020 . Actualizado a las 11:18 h.Adeptos a la organización pero sin tiempo para dedicarle a los fogones. Podría ser el perfil de los clientes que surten sus neveras de los túperes made in Vigo que salen cada día para viajar por toda España. Aquí se cocinan «al estilo casero» de la mano del personal de la empresa local Tahona, que tiene más de treinta años de tradición en la ciudad. Sus panaderías son desde hace tiempo un rincón donde encontrar también todo tipo de repostería y menús listos para llevar a casa.
El proceso es sencillo, en las cocinas de la sede de Sanjurjo Badía, donde también tienen despacho, se preparan los platos según la temporada, más pucheros cuando llega el invierno, ofertas frescas cuando llega el verano... Parte de esos platos van a engrosar los mostradores de las diferentes panaderías que tiene la marca por la ciudad y otra parte se dedica para la web que manejan, Minevera.es. En este caso la comida pasa por un proceso de enfriamiento que le lleva a estar a 5 grados de temperatura y evita que se puedan desarrollar microorganismos. Además, cada plato va envasado al vacío y llega a casa en 48 horas, aunque lo habitual es que la gente contrate los menús por semanas o incluso se suscriba mensualmente. Estos túperes caseros con firma viguesa pueden permanecer en la nevera hasta quince días, según las indicaciones de cada uno, y para disfrutarlos solo hay que pinchar el envase, calentar y degustar.
«Estuvimos formándonos mucho sobre la parte de envasado y la verdad es que la gente se sorprender mucho con el sabor porque queda genial. En el caso de las lentejas hasta están mejores que recién hechas, porque se concentra más el sabor. Quien lo prueba, repite», explica con alegría Mario Vidal.
Es un servicio que a mucha gente le cuesta probar pero que convence, según explican desde Tahona, donde su clientela es muy estable y el número de pedidos semanales, entre 50 y 100. Lo habitual es que el pedido sea mínimo de cinco platos, aunque los hay que cogen de 30 para todas las comidas y toda la familia.
El menú incluye un plato único que va variando, se puede elegir uno entre tres opciones para cada día de la semana laboral, y buscan que se convierta en una opción sana y equilibrada. Por supuesto, se adaptan a las alergias, intolerancias o gustos de los clientes, que de este modo se desentienden de ponerse a cocinar en toda la semana.
El precio por un menú semanal, que incluye diez platos, puede rondar los 55 euros en el caso de los clientes que tengan una suscripción y e tipo de cliente es muy variado. «No tenemos un perfil único, hay desde oficinistas que no tienen tiempo y viven solos, a gente mayor para quien sus hijos encargan el menú de toda la semana para que no se preocupen, algunos padres que lo encargan para sus hijos estudiantes o familias con hijos adolescentes y horarios muy diversos que así no se tienen que preocupar de cuadrar», explica el empresario.
Pese a que la pandemia hacía temer cambios, finalmente el número de usuarios y clientes durante estos extraños meses continuó estable. Lo habitual es que reciban pedidos de diferentes partes de Galicia, pero el grueso de ellos esté ubicado en Madrid.