El Camino portugués por la costa pierde 9.300 peregrinos y 800.000 euros

María Jesús Fuente Decimavilla
maría j. fuente A GUARDA / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

La suspensión del ferri entre Caminha y A Guarda supone el cierre de la ruta

13 ene 2021 . Actualizado a las 21:11 h.

La suspensión indefinida del ferri entre las localidades de Caminha y A Guarda supone el cierre del Camino portugués por la costa y da la puntilla a un año en el que el número de peregrinos se ha desplomado. Buena muestra de ello es que en diciembre solo una persona hizo la ruta, al menos que sellara la compostela para dejar constancia de la hazaña.

Otro ejemplo de la caída de esta ruta es la cifra total de peregrinos que la hicieron el pasado año, apenas 3.000, frente a los 22.300 del 2019. Traducido en pérdidas supone en torno a 800.000 euros, teniendo en cuenta que el gasto medio calculado por peregrino es de 40 euros.

«La bajada ha sido brutal, nadie esperaba eso y tal como van las cosas, los seis primeros meses de este año ya se han ido. En el Camino por la costa dependemos de Portugal y esto del ferri nos lo cierra. Muchos peregrinos llegan a Oporto vía aérea y eso ya nos corta la continuidad», explica Celestino Lores, presidente de la Asociación Amigos del Camino Portugués.

Sospecha que con esta situación tan complicada muchos albergues tendrán que cerrar al no poder asumir los gastos corrientes como electricidad. No obstante, quiere lanzar un mensaje de esperanza y confía en que la Semana Santa se pueda abrir, como sucedió en julio, si las vacunas van bien y la situación evoluciona de forma favorable.

«Son fechas muy dadas a hacer el Camino y hay gente con muchas ganas que espera a que mejore la cosa, aunque hay comunidades como Castilla y León, que ya están cerradas hasta mayo», comenta.

No oculta su alegría por la decisión papal de ampliar el Año Santo al 2022. «Es muy importante, sobre todo, para los gallegos. De bien nacidos es ser agradecidos», indica Lores. Sugiere que se aproveche este momento para mejorar algunos detalles, como cruces peligrosos en la N-550, algunos tramos entre Oia y Baiona o la tan demandada señalización en Vigo.

La situación de la ruta por la costa no es una excepción. En general, los datos del Camino portugués, que además del anterior incluye también el que va por el interior, no son ni mucho menos más favorables. Los cien mil peregrinos del 2019 se quedaron el pasado año en 16.000, lo que supone pérdidas de 3,3 millones de euros.

Los peregrinos del Camino portugués habían experimentado un espectacular crecimiento en los últimos años, como indica que en el 2018 fueran un 90 % más que el año anterior.

La ruta comienza en Oporto y tras cinco etapas por tierras portuguesas se adentra en Galicia cruzando el Miño hacia A Guarda para seguir cuatro etapas hasta Redondela, en total 150 kilómetros. En esta última localidad se une con el Camino portugués del interior formando uno solo. Desde Redondela continúa hacia Pontevedra, Caldas de Reis, Padrón y Santiago.