Mariví Álvarez: «Aquí las plantas crecen casi el doble que en Holanda por la luz y el clima»

Bibiana Villaverde
bibiana villaverde VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

Hija de viticultor y apasionada del agro, representa a un sector en expansión que da de comer a 800 familias en O Baixo Miño; «hemos salido reforzados de esta pandemia»

03 dic 2021 . Actualizado a las 01:13 h.

O Baixo Miño es un vergel donde se producen incluso cactus. «Tenemos viveros que producen cactus de los Andes, tenemos también cactus de crasas, similares al aloe, que están teniendo muy buena acogida». Mariví Álvarez (Tomiño, 1974) es la presidenta de la Asociación de Cultivos de O Baixo Miño, Acubam, una marca que representa a la planta y flor cortada, pero también a productores de aguacate o kiwi. Álvarez viaja frecuentemente como embajadora de la planta gallega en Centroeuropa y no considera exagerado que, con el tiempo, el sur de la provincia de Pontevedra pueda compararse con Holanda como productor de flor. «Tenemos condiciones, somos una zona más pequeña pero con potencialidad. Tenemos tierra, clima y productores para ser una gran potencia».

Antes de la pandemia, el 65 % de la producción de las 27 empresas que forman parte de Acubam se vendía en el extranjero, siendo Francia el principal cliente, pero también Holanda, Bélgica, Alemania e Inglaterra. «Les encanta la hortensia, también la camelia. Tenemos un surtido impresionante, por eso llegamos a muchos mercados». Álvarez asegura que la planta gallega es una referencia en Europa por su calidad y porque es muy regular. «Nuestros cultivos, en la costa atlántica, son diferentes al resto. Aquí la producción es más rápida que en otros mercados, las plantas crecen casi el doble que en Holanda o Centroeuropa por el clima, con temperaturas que apenas bajan de cero, y por la luz. El producto final es más fuerte, con otro colorido. Necesitamos crecer porque somos muy competitivos». El mercado español ocupa un porcentaje cada vez mayor de la producción en O Baixo Miño a raíz de la pandemia, que, diagnostica, «aumentó la demanda de lo verde».

Azaleas, rododendros, hortensias, cactus, camelias e incluso plantaciones de bambú se extienden por más de 400 hectáreas en el sur de la provincia de Pontevedra, pero también plantaciones de rosas y flor cortada. Cultivos atendidos en un 80 % por mujeres en todas las fases de la cadena, desde el cultivo hasta la comercialización, que se hace a través de Coplant. Esta empresa es una plataforma logística y comercial que nació de la unión de cinco viveros hace 17 años y de la que Mariví Álvarez también es presidenta. «Todas las semanas salen camiones para Europa. En España estamos en cualquier punto en 48 horas. Han venido de otros sectores a ver la empresa porque es un ejemplo. Únete porque vas a llegar más lejos».

Savia en vena. Mariví Álvarez es hija de viticultor, socio fundador de Terras Gauda. Asegura que mamó el agro desde niña
Savia en vena. Mariví Álvarez es hija de viticultor, socio fundador de Terras Gauda. Asegura que mamó el agro desde niña

¿Hablarles a las plantas?

La savia corre por las venas de Álvarez, que ha mamado el agro desde muy pequeña. Su padre es viticultor y socio fundador de Terras Gauda. Trabajar en la naturaleza es emocionante para esta empresaria que asegura que el amor por el sector es hereditario. «Ver como plantas una planta de dos centímetros y verla crecer… Te envuelve. También estamos trabajando para ser cada vez más sostenibles, la calidad tiene que serlo». La mayoría son viveros familiares que han ido creciendo y que todavía tienen margen para crear puestos de trabajo. «Tenemos tercera generación y segunda generación. El más antiguo es Viveros Nilo, que lleva unos 50 años».

Pero la maña con las plantas no se hereda, para eso hay que poner atención y cuidado. «Reconozco que las plantas no se me daban bien, pero he ido aprendiendo. Tengo que decir que la principal razón por la que se mueren las plantas es por exceso de agua». Por eso y por abandono. «No voy a decir que hay que hablarles a las plantas pero sí tengo claro que las plantas transmiten. Si las observas puedes ver lo que necesitan y lo que no les conviene. Si las pones al sol y no les va bien, te van a mandar señales». Vender vida requiere sensibilidad y amor por un entorno generoso, al que solo se le puede reprochar el minifundismo.

Como no puede ser de otra manera, Álvarez adora las plantas. La diosa de este vergel es, para esta tomiñesa, la camelia. «Tenemos tantas variedades y tan bonitas… Es muy efímera pero me encanta. Es la flor del invierno, empieza desde septiembre a abril y es muy agradecida», explica. «Cualquier ocasión es buena para regalarnos flores y plantas. Por ejemplo, cuando tenemos un buen día, ¿por qué no?».

Álvarez presume de sector y de paisaje. Acubam organiza visitas a los viveros y a las plantaciones para que la sociedad conozca todo lo que está pasando en el agro de O Baixo Miño, «es naturaleza dentro de la naturaleza», asegura, animando a conocerlo de cerca. Meterse en este jardín no es nada ingrato.

Su canción

«Loca», de Luz Casal. «Me identifico con esta canción desde los años 90, en mi juventud, y también ahora. La he elegido porque creo que en la vida hay una parte de locura que es importante para llevar adelante proyectos. Ese punto de locura que transmite Luz Casal me gusta mucho. Además soy muy marchosilla».