![Extracción de muestras para pruebas PCR en Vigo](https://img.lavdg.com/sc/m7UnZzfeG3useEDogF9Qm0T_Mb0=/480x/2021/12/14/00121639507742812125249/Foto/v10d1309.jpg)
Ya se ha confirmado en Vigo la primera muestra de la BA.2, mal llamada ómicron silenciosa, y hay otras 15 más en estudio; todos son casos vinculados. Esta subvariante se ha hecho mayoritaria en Dinamarca
07 feb 2022 . Actualizado a las 10:35 h.El laboratorio de microbiología del Hospital Meixoeiro (Complejo Hospitalario Universitario de Vigo) ha detectado el primer caso en Galicia de la subvariante ómicron BA.2 del coronavirus, que algunos medios han apodado como ómicron silenciosa o sigilosa (un nombre que da a entender que no es detectable con las pruebas convencionales, aunque sí lo es, exactamente igual que el resto de variantes). La persona contagiada reside en el área sanitaria de Vigo. El análisis de aguas residuales de la depuradora de Bens, en A Coruña, ya había avisado de la probable circulación de esta subvariante hace diez días. En España solo se habían confirmado tres casos hasta el 31 de enero.
Además del caso secuenciado, se están estudiando otros quince, que están relacionados con el primero. Forman parte del mismo brote. Aún no ha finalizado la secuenciación, pero se da por hecho que pertenecen también a esta subvariante. Se trata de personas de las áreas sanitarias de Vigo y Santiago que padecen el covid-19. Varios de ellos son de la misma familia. Según informa el Servizo Galego de Saúde, «os pacientes presentan síntomas semellantes a unha gripe leve e ningún deles está hospitalizado». Son, por lo tanto, los 16 primeros casos de Galicia de esta nueva versión del coronavirus.
La subvariante BA.2 se ha hecho dominante en Dinamarca y está creciendo en el Reino Unido. De ella se sabe que es más transmisible que la ómicron dominante en España. Hay estudios que estiman esa mayor transmisibilidad en un 25 % más que la ómicron clásica y en Dinamarca lo elevan al 50 % más. Pero no hay nada que indique que esta nueva ómicron provoque una enfermedad más grave o que tenga mayor escape del efecto de las vacunas o de los anticuerpos generados por infecciones previas.
El apodo de ómicron silenciosa se debe a una cuestión técnica. Para saber a qué variante pertenece una muestra es necesario hacer la secuenciación completa de su código genético, es decir, obtener todos sus componentes, que se representan en un texto de casi 30.000 letras. Con ese proceso, no hay duda, porque se compara todo el genoma con el original de Wuhan y se ve dónde están los cambios (mutaciones). Pero es un procedimiento largo y especializado, que puede durar tres días por muestra, en un momento en el que se requiere información rápida y veraz.
Existe otro método para averiguar cuál es la variante. Es menos preciso pero más rápido. Se trata de una PCR específica para captar mutaciones. La variante ómicron clásica tiene una mutación muy específica que hacía que las PCR no detectasen un gen (gen S). La variante delta, que era la que circulaba antes de forma mayoritaria, no tiene esa mutación. De esta forma, los microbiólogos podían tener un alto índice de certeza de que si en una PCR el gen S fallaba, la muestra era ómicron; y que si el gen S aparecía, era delta. Esto era interesante sobre todo en diciembre, cuando la ómicron estaba empezando a desplazar a la delta. Lo que ocurre con la BA.2 es que no tiene todas las mutaciones de la ómicron normal. En ella, el gen S no falla en las PCR. Por lo tanto, a primera vista es imposible distinguirlo de la variante delta. Por eso se ha apodado ómicron silenciosa. Pero eso no significa que sea indetectable para las pruebas. Lo es igual que cualquier otra variante, tanto para las PCR como para los test de antígenos.
La gran duda en la comunidad científica es si logrará imponerse a la ómicron normal, como está haciendo en Dinamarca. En el último año hay variantes que parecían tener ventajas sobre otras y no lograron imponerse. Fue el caso de la beta, detectada originalmente en Sudáfrica y que prácticamente no salió de allí, o la gamma, detectada en Brasil. En Galicia hubo algunos casos de estas versiones del coronavirus, pero no fueron a más. Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, en este momento la variante ómicron representa el 99 % de los casos que se detectan en Galicia.