El vigués Fernando Malvar-Ruiz comparte Grammy con Dudamel

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO

Fernando Malvar-Ruiz es el segundo por la derecha
Fernando Malvar-Ruiz es el segundo por la derecha cedida

El músico que trabajó con Dustin Hoffman recibió el premio a la mejor grabación coral por la 8ª Sinfonía de Mahler dirigiendo uno de los cuatro coros de Los Angeles que participaron

07 abr 2022 . Actualizado a las 23:39 h.

Los Premios Grammy 2022 tienen también un pedacito de gramófono con alma viguesa. La lleva el reconocimiento que el vigués Fernando Malvar-Ruiz recibió en Las Vegas durante la ceremonia celebrada la madrugada del domingo y comparte con el equipo que ha recibido el galardón a la Mejor Actuación Coral. La obra premiada es la Mahler Sinfonía No. 8, Symphony of a Thousand, con Gustavo Dudamel como director; y Grant Gershon, Robert Istad, Luke McEndarfer y Malvar como maestros de Los Angeles Children’s Chorus, Los Angeles Master Chorale, National Children’s Chorus y Pacific Chorale.

Como contaba ayer a La Voz desde su casa en la ciudad angelina, «fue un proyecto con la Filarmónica de Los Angeles en la que Dudamel dirigía esta partitura de Mahler, conocida como la sinfonía de los 1.000 porque requiere un número enorme de intérpretes. Se usaron 200 cantantes de cuatro coros y yo dirijo uno de ellos, el Children’s Chorus. Mi trabajo preparando al coro para la grabación es lo que se ha premiado con el Grammy a la mejor grabación de música coral», explica. La grabación se hizo en una serie de conciertos en directo en junio del 2019, justo antes de la pandemia. «Es sin duda uno de los mayores honores de mi carrera musical», admite el músico que no es la primera vez que tiene papelón cerca de Hollywood.

Malvar-Ruiz tiene una reputada carrera como director y en el 2015 estaba llevando en Princeton uno de los más prestigiosos del mundo, el American Boychoir. Dustin Hoffman, el actor de El graduado, Tootsie o Rainman entre otros muchos filmes, lo eligió a él para que le ayudase a afrontar su papel en Boychoir, donde hacía de director de una agrupación coral juvenil y quiso tener al mejor para asesorarse. El vigués también tuvo un pequeño papel en aquella producción, encarnando al profesor Molina. Pero el sueño de Fernando no está en Hollywood, sino en Vigo. Su deseo es terminar sus días en la ciudad a la que acude con asiduidad. «Nunca ha sido mi lugar de residencia me siento vigués, y deseo jubilarme en Vigo, donde están mis memorias más felices», asegura.