La Xunta vuelve a multar al Concello de Vigo por un vertido al río Lagares

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

El Ayuntamiento no encuentra el origen de las aguas fecales que contaminan el cauce

18 ago 2022 . Actualizado a las 00:46 h.

Un misterioso vertido de aguas residuales al Lagares, cuya procedencia se desconoce, ha hecho que Augas de Galicia imponga al Concello de Vigo una nueva multa de 4.500 euros. En abril impuso otra sanción similar por vertidos en Fontiñas. Ahora, el foco de contaminación abundante y prolongado en el tiempo se localiza en la parroquia de Lavadores y supone un quebradero de cabeza para la administración local porque, mientras no localice de donde viene, no puede solucionarlo. Augas de Galicia acusa al Ayuntamiento de no haber atendido su requerimientos sobre las medidas adoptadas, por lo que abrió un expediente sancionador.

En este caso, la sospecha es que algún domicilio tiene conectada su salida de aguas residuales al colector de aguas pluviales que vierte al río. Los técnicos de la Xunta detectaron en junio del año pasado la emisión de aguas sucias en un colector de pluviales y pidieron explicaciones al Concello. El Concello contestó que el vertido sería eliminado con la ejecución del proyecto de humanización de la calle Severino Covas que estaba a punto de adjudicar y que ya contaba con todos los permisos pertinentes.

Nuevamente, Augas de Galicia se dirigió al Concello dándole un plazo de cuatro meses para que informara sobre las obras indicadas en su escrito de alegaciones. «Trasncurrido o prazo, non se ten constancia de resposta, polo que o requirimiento se considera desatendido», concluye la propuesta de resolución del expediente sancionador. La administración local alegó que ya se habían ejecutado las obras necesarias para eliminar el vertido y que debía archivarse el expediente.

Augas de Galicia realizó en abril una nueva inspección y comprobó que la emisión de aguas sucias sin depurar persistía. La filtración de aguas residuales procede de una tajea de la que se desconoce su origen. Al parecer, el vertido se produce aguas arriba del ámbito de actuación del tramo de la calle Severino Cobas donde se habían ejecutado las obras de humanización con la correspondiente renovación de los servicios.

El Concello llevó a cabo una nueva investigación y detectó valores de contaminación en pozos de registro. «A data de hoxe no se coñece a fonte de contaminación, no que se sigue traballando para a súa localización», reconocía el ingeniero que ejercía como director facultativo de las obras. Otro informe del inspector municipal reconocía que no fue posible determinar la procedencia del vertido y que en la salida del colector de pluviales al río Lagares (Severino Cobas, Secadoiro de Bacallau) se observa en el tubo de PVC el crecimiento de algas relacionadas con las aguas residuales.

Desatención

Para Augas de Galicia, quedó demostrada la desatención del Concello, «de xeito que concorren os elementos fácticos e subxectivos necesarios para imputar ao denunciado a comisión dunha infracción de carácter leve». Aprecia además el agravante de trascendencia del vertido «dada a súa continuidade dende hai un ano, e dado o elevado caudal constatado na inspección».

El Concello ha solicitado la revisión del expediente sancionador. Argumenta que no desobedeció el requerimiento efectuado por Augas de Galicia, sino que lo cumplió. Realizó las obras de saneamiento y eliminó la causa del vertido identificado en primer término por la inspección autonómica y sigue estudiando la causa del vertido de abril. Señalan que no se puede exigir, y menos como conducta infractora, «o que ninguén coñece, nen sequera Augas de Galicia na súa competencia de inspección». Apelan al Tribunal Constitucional, que dice que no puede haber desobediencia si existe una imposibilidad de cumplir con la orden.