La Xunta rechaza el parque eólico de A Groba por su impacto ambiental

Monica Torres
mónica torres A GUARDA / LA VOZ

VIGO

cedida

Proyectaba 6 aerogeneradores en Baiona, Oia y Tomiño con 23,1 millones de inversión

24 sep 2022 . Actualizado a las 01:33 h.

El primer parque eólico de la Serra da Groba no ha superado la declaración de impacto ambiental. Se trata del Albariño I, promovido por Ceólica Hispania (sociedad participada al 90% por Acciona) en los municipios de Baiona, Oia y Tomiño. El parque de 25,28 megavatios de potencia total proyectaba la instalación de seis aerogeneradores con un diámetro de rotor de 149 metros y más de 200 metros de altura.

El proyecto salió a exposición pública en octubre del 2021, al retomarse tras 16 años en el cajón y después de que el consello de la Xunta acordara declarar la actuación, reformulada sustancialmente por la promotora en diciembre del 2019, como iniciativa empresarial prioritaria el 29 de julio del 2021. En la práctica, ese acuerdo promovía la reducción a la mitad de los plazos de tramitación y dos meses después, la Dirección Xeral de Planificación Enerxética e Recursos Naturais declaró la tramitación de urgencia.

El plan de Ceólica Hispania recibió en noviembre el primer informe oficial negativo. Aunque no era vinculante, el Instituto de Estudos do Territorio emitió una valoración contraria «por impactos críticos, xa que alteraría os valores das áreas de especial interese paisaxístico afectadas, concretamente Serra da Groba, Corroubelo e Chan da Valga». Describía que el proyecto se sitúa «sobre a área de especial interese paisaxística Serra da Groba» y que la afección visual era del 90 %.

La declaración de impacto ambiental desfavorable que ahora emite la Xunta no admite recurso. La resolución indica que la actuación «non es ambientalmente viable» tras finalizar el análisis técnico y a la vista de los informes del Instituto de Estudos do Territorio y de la Dirección Xeral de Patrimonio Natural, «en canto aos efetos significativos do proxecto sobre a paisaxe e a súa insuficiente integración cos distintos elementos do patrimonio natural e a biodiversidade».

El informe de la Dirección Xeral de Patrimonio Natural indica que en la visita de campo al lugar localizaron seis charcas temporales y describen las posibles afecciones y los hábitats de interés comunitario observados en la zona. Concluye que la documentación presentada por la promotora pone de manifiesto «a ausencia das consideracións ambientais no deseño do proxecto, detectando aspectos moi singulares e vulnerables que se poden ver afectados de maneira significativa, o que lles leva a considerar a documentación como inadecuada». Concluye el documento que «la documentación pone de manifiesto la ausencia de las consideraciones ambientales en el diseño del proyecto, detectando aspectos muy singulares y vulnerables que se pueden ver afectados de manera significativa, lo que lleva a considerar la documentación como inadecuada».

La Dirección Xeral de Patrimonio Cultural recoge también «posibles impactos sobre los distintos elementos culturales existentes en la zona», pero finalmente emite informe favorable condicionado a que se lleven a cabo medidas correctoras. La Dirección Xeral de Planificación e Ordenación Forestal concluye que con la instalación del parque existe una afección por su eliminación y fragmentación, proponiendo medidas mitigadoras, correctoras y un plan de vigilancia. También se han tramitado, según la Xunta, 3.206 alegaciones presentadas por asociaciones, plataformas, entidades y particulares.

El presupuesto del proyecto ascendía a 21,3 millones de euros y preveía una producción de 88,56 gigavatios hora de electricidad cada año.