El hombre con dos misiones en Marte

e. v. pita VIGO / LA VOZ

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La retirada de Rusia del róver europeo obliga al ingeniero de la NASA Fernando Abilleira a buscar vida en el planeta rojo y, además, traer muestras a La Tierra

16 oct 2022 . Actualizado a las 19:04 h.

Tras la invasión de Ucrania, la agencia espacial rusa Roscosmos se retiró del proyecto para enviar a Marte un róver de la Agencia Espacial Europea (ESA). Roscosmos era el encargado de proporcionar la plataforma de aterrizaje y el cohete Proton para lanzar la nave espacial. La ESA buscó un nuevo socio, la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio estadounidense (NASA), y ello obligó al ingeniero aeroespacial Fernando Abilleira, oriundo de las Rías Baixas, a asumir un reto de primer orden: cumplir dos misiones en Marte a la vez. Ya tenía planeado enviar muestras de suelo marciano a la Tierra y ahora enviará, además, al róver europeo ExoMars al planeta rojo para que busque rastros de vida.

Abilleira confiesa que se vio sorprendido por el doble reto. «En los próximos meses sabremos si la Unión Europea da el visto bueno a la continuación del proyecto ExoMars», dice el ingeniero de la NASA, tras pasar el verano en la ría de Pontevedra y en Sanxenxo. Está pendiente de que el Parlamento Europeo dé luz verde a la expedición.

Tras la retirada de los rusos del proyecto conjunto, este ingeniero tuvo que ponerse a calcular la trayectoria del cohete. «Llevamos meses trabajando con la ESA. La decisión final depende del Parlamento Europeo. Si dan la aprobación, el objetivo es que ExoMars se lleve a cabo como una alianza entre ESA y la NASA», explica.

«Confío en que la Unión Europea dé la aprobación. La NASA está muy interesada en colaborar. A mí me encantaría trabajar con ellos para que la ESA pueda aterrizar con éxito su primer róver en Marte», añade.

Traer a La Tierra unas muestras de suelo marciano y buscar rastros de vida en el planeta rojo. Esas son las dos nuevas misiones que la NASA ha encomendado al ingeniero aeroespacial gallego. En el año 2021 ya calculó con éxito la trayectoria del róver Perseverance desde la Tierra y su amartizaje en el 2021. Ahora, trabaja en dos nuevos encargos en el planeta rojo que parecen sacados de una película de ciencia ficción.

«En este momento, estoy trabajando en dos proyectos: el Mars Sample Return y el ExoMars. Dentro de unos meses será mejor hablar sobre ambos ya que los planes en los que estamos trabajando estarán mas solidificados», emplaza el ingenieron, que prefiere no revelar más detalles al volver a Estados Unidos. 

NASA

La primera misión

La primera misión que debe cumplir Abilleira es la Mars Sample Return, promovida por la ESA. Su plan es traer muestras de Marte. Según muestra el vídeo Bringing Mars Back To Earth (Traer Marte de regreso a la Tierra), la idea de las dos agencias consiste en recoger muestras de suelo marciano y enviarlas en un cohete a la Tierra. Las trayectorias de cada fase han sido calculadas y afinadas por Abilleira, entre otros.

La primera fase del plan consiste en que un róver taladre con un brazo mecánico unas rocas del suelo marciano y luego empaquete las muestras en tubos metálicos que quedarán sellados. Mientras la máquina continúa su exploración, los recipientes seguirán sobre la superficie marciana a la espera de que una sonda los venga a recoger.

En una segunda fase, un satélite sobrevolará Marte y enviará a su superficie una sonda-robot que recogerá los recipientes con las muestras, los introducirá en un pequeño cohete y un mortero lanzará la carga al espacio. En una órbita de Marte, dicho proyectil se desprenderá de su carga, que será recogida por el satélite que le espera. Esta operación exige gran sincronización ya que las muestras entrarán directamente en un receptáculo del dispositivo de recogida.

Una vez con la carga a bordo, el satélite encenderá sus motores y partirá rumbo a las inmediaciones de la Tierra. Sin entrar en la atmósfera, lanzará una cápsula con las rocas marcianas al planeta terrestre, donde serán recogidas.

Es tal el juego de trayectorias entre varias máquinas, que el papel de Abelleira será clave para hacer los cálculos exactos. Equipos científicos examinarán posteriormente los restos para averiguar más datos sobre la composición del planeta rojo. China ha realizado una misión similar para traer piedras lunares a la Tierra sin necesidad de enviar astronautas.

La segunda misión

Abilleira, experto en sincronizar los vuelos de sondas, como Curiosity y Perseverance, entre La Tierra y Marte, trabaja además en una segunda misión que realizará un robot-laboratorio biológico en la superficie de Marte.

Se trata del Programa ExoMars, que consiste en un par de misio-nes dirigidas por la ESA y que han sido diseñadas para comprender si alguna vez existió vida en Marte. La NASA contribuirá con conocimientos científicos, técnicos y de ingeniería, papel en el que entra Abillera. Hay dos misiones: la ExoMars Rover and Surface Platform (ESA) y la ExoMars Trace Gas Orbiter. La participación de la NASA en la misión ExoMars Rover incluye proporcionar elementos críticos al principal instrumento de astrobiología en el róver, el Mars Organic Molecule Analyzer (MOMA) con el Centro Aeroespacial Alemán (DLR).

Al estudiar las moléculas orgánicas, los componentes químicos básicos de la vida, el MOMA está diseñado para ayudar a responder preguntas sobre si alguna vez existió vida en Marte, junto con su posible origen, evolución y distribución en el planeta rojo.

La NASA proporciona un es-pectrómetro de masas y compo-nentes electrónicos clave para el MOMA. Estos instrumentos identifican la cantidad y el tipo de sustancias químicas presentes en una muestra. Está diseñado para analizar los tipos y las cantidades de sustancias químicas que componen los compuestos orgánicos e inorgánicos que se encuentran en las muestras de rocas y suelos de Marte.

El precedente: la Perserverance

Su última misión tuvo lugar hace un año cuando siguió durante varios minutos de emoción el amartizaje de la sonda Perseverance en el planeta rojo. Fue de los que más aplaudió cuando el róver se posó en buen estado y empezó a retransmitir. Luego, tuvieron que lidiar con diversos problemas técnicos hasta que consiguieron hacer volar el pequeño helicóptero no tripulado (como un dron) Ingenuity sobre el terreno marciano.

Abilleira ya sabía entonces que tenía en marcha otro reto en el planeta rojo. Pero no podía sospechar que solo unos meses después recaería sobre él una segunda misión a causa de un conflicto bélico.