La guardameta Marisol Carratú fue clave en la victoria del equipo de Ana Seabra, que suma dos triunfos consecutivos
15 feb 2023 . Actualizado a las 23:19 h.El Guardés sumó una valiosísima victoria ante el Gijón en A Sangriña (25-18). Un triunfo de capital importancia para levantar la cabeza y mirar hacia arriba en la clasificación liguera, con dos puntos clave que le permiten salir de la zona de play-out de permanencia. Todo ello, sustentado en la colosal actuación de Marisol Carratú en una primera parte que terminó con un 54% de efectividad. Es la segunda victoria consecutiva de Ana Seabra al frente del equipo y la cuarta en cinco encuentros como local, lo que confirma el lastre que ha supuesto no poder contar con el pabellón y con el apoyo de la afición en la mayor parte de la primera vuelta.
El conjunto de A Guarda cimentó su victoria en la receta de su éxito de los últimos años: defender y correr. Las altas prestaciones de Fanny Descalzo, Carla Gómez, Carolina SIlva y Patrícia Lima incomodaron al cuadro asturiano. El gran desempeño de Carratú lo frenó en seco. La portera argentina se salió del mapa con una actuación memorable en la primera mitad. Una y otra vez negaba el gol a las visitantes. Tanto fue así, que el primer gol visitante no llegó hasta el minuto 11.
En cuanto se quitó el nerviosismo inicial, el Guardés empezó a producir en ataque de la mano de su primera línea. Y aunque no pudo contar con Pauli Fernández, lesionada de última hora en un gemelo, el dúo portugués Lima-Santiago marcó la pauta junto a María Sancha. La palentina sacó a relucir su talento con un par de pases mirando al tendido y la velocidad fulgurante de todas sus acciones. Todo, en un conjunto perfecto en el que la de Matosinhos dirigía y la de Águeda mataba. Seis goles para Patrícia, ocho para Santiago, que sigue en la lucha por el cetro de máxima artillera.
Pese a todo, Gijón no se rindió. Fue capaz de anotar dos goles en el tramo final del primer acto que le permitió ir al descanso con opciones (13-7). Al volver del vestuario, intentó recortar, pero el Guardés no se lo permitió. Su receta defensiva seguía funcionando y en ataque, Seabra suplía las bajas de la primera línea con ataques 2-4 (con doble pivote). Así mantuvo las distancias.
Solo en el tramo final, apareció el cansancio del duelo en Madeira. Pero la renta era lo suficientemente notable como para que la victoria no se escapase de A Sangriña. La renta nunca bajó de los cuatro goles y, finalmente, el rival bajó los brazos. Dos goles de Sancha a la carrera y uno más de Santiago casi sobre la bocina cerraron el partido y dos puntos fundamentales que permiten al equipo miñoto empatar con Beti-Onak en una octava plaza que, por el momento, pertenece al bloque de Ana Seabra por su mejor diferencia anotadora.