
Karina Pitombeira trabaja también en un proyecto para entrenar la mente en actividades simultáneas, con resultados prometedores: «Es más barato fomentar el movimiento que pagar fármacos»
25 feb 2023 . Actualizado a las 23:50 h.Caminar, escribir un wasap y mantener una conversación son actividades simultáneas en el día a día de cualquiera, pero no por su cotidianeidad dejan de suponer un reto para el cerebro. Es la multitarea. Una habilidad que las mentes han aumentado con las nuevas tecnologías y que algunas investigaciones han atribuido históricamente a las mujeres, a modo de elogio envenenado. Esa capacidad innata se entrena y se resiente con los años, llegando a anularse en algunas enfermedades degenerativas.
La fisioterapeuta Karina Pitombeira (Sao Paulo, 1987), estudia cómo los movimientos que hacemos de forma automática estimulan al cerebro y de qué manera acciones como pedalear pueden retrasar, e incluso frenar el avance de enfermedades como el párkinson. «Pedalear genera impulsos eléctricos en el cerebro. Hemos demostrado que, a cierta intensidad, se pueden incrementar esas señales. Es importante para los pacientes con párkinson porque la enfermedad degenera una parte del cerebro que es responsable de los movimientos automáticos». Se ha demostrado en el ámbito académico y ahora el proyecto de esta fisioterapeuta ha sido seleccionado para aplicarlo con fines comerciales y abrirlo a la sociedad.
En una primera fase, el grupo Healthy Fit de la Facultad de Ciencia de la Educación y Deporte de la Universidad de Vigo, con sede en Pontevedra, demostró que el pedaleo mejora el estado de los pacientes con párkinson. Ahora dan un paso más y someten a los enfermos a una doble actividad: pedalear y ejercitar la mente con tareas cognitivas a través de una tablet. «Vemos que el paciente en doble tarea disminuye la velocidad de pedaleo, queremos saber si se puede entrenar para que esta facultad mejore». El resultado promete y abre la posibilidad de mejorar la calidad de vida de pacientes con enfermedades degenerativas. «Además lo hacemos en un entorno seguro, donde el enfermo no tiene riesgo de caída si falla la automaticidad».
En Galicia hay unas 6.750 personas según la Xunta con párkinson, unos 550 pertenecen a algún colectivo, pero solo unos pocos pueden participar en el proyecto de investigación, de ahí que esta profesional del movimiento haya decidido dar un paso más. «Los pacientes nos dicen que les da pena terminar el ensayo, pero en Galicia no hay opción de seguir con este entrenamiento. Es una forma de rehabilitación que no es la convencional, que mucha veces, a los enfermos les aburre». Con este afán, Pitombeira se ha presentado al programa Incuvi de la Universidad de Vigo que ha seleccionado a Pedaleando contra el párkinson como uno de los proyectos universitarios con más expectativas empresariales. En este momento, esta profesional está desarrollando un modelo de negocio para buscar inversores, «estoy trabajando también para poder optar a la financiación dentro del sistema de salud porque es más barato fomentar el movimiento que solo pagar fármacos», explica. El entrenamiento se lleva a cabo en unas bicicletas específicas, de fabricación alemana, que miden la intensidad del ejercicio, el esfuerzo del paciente y almacena los datos.
Karina Pitombeira solo lleva cuatro años en Galicia, desde que llegó de su Brasil natal con su familia. «Vine a Europa por las posibilidades para mejorar, y la experiencia es muy buena. Me encanta la estructura que hay en investigación aquí, hay fondos e interés social, y la sociedad colabora y participa en los estudios». Los dos primeros años, se dedicó a homologar su título y los restantes ha cursado un máster y realiza el doctorado, mientras trabaja en el Colegio Oficial de Fisioterapeutas de Galicia, en la sede de Vigo. «Quiero agitar las cosas y hacer algo distinto. Creo que la fisioterapia tiene que integrar el cambio tecnológico. La rehabilitación manual es buena, pero no podemos trabajar como hace 50 años, tenemos que aportar valor».
Los fisioterapeutas son expertos en el movimiento del cuerpo y en la recuperación frente a lesiones, pero en los últimos años los pacientes con dolores derivados del sedentarismo han ido creciendo. Para Pitombeira, no hay beneficio sin esfuerzo. «Me molesta cuando los pacientes creen que puedes hacer magia y no quieren hacer el esfuerzo necesario para recuperarse. El cuerpo es una máquina y quien la mueve somos nosotros. La rehabilitación tiene su proceso y el paciente tiene que asumirlo».
Prescribe movimiento y lo aplica a su día a día, entre ensayos, programas de aceleración, investigación y trabajo. Le ha cogido el ritmo a las Rías Baixas, un lugar al que llegó sin haber oído hablar de él. Su única referencia de España era la de una artista que inspiró su nombre. «Mi abuelo, cuando era pequeña, me hablaba de que me llamo Karina por la cantante y actriz, sin que pudiera imaginarme que acabaría en este país cumpliendo mi sueño. Aquí hay posibilidad de crecer y mejorar».
Su canción favorita
«Counting stars», de OneRepublic. «Es una canción que habla de que no estaremos contando dólares, sino contando estrellas. Hay personas muy enfocadas en el dinero, pero las cosas que tienen valor en la vida son las más sencillas, no cuestan nada. Contar estrellas en la noche, no hay dinero que lo pague».