El juzgado declara el concurso de Ganomagoga, que acumula 20 millones de euros de deuda

Alejandra Pascual Santiago
alejandra pascual VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vázquez

El grupo industrial dirigido por Cándido González, especializado en la construcción de torres eólicas, alega que esperaban para este año más carga de trabajo de su principal cliente, Gri Towers

30 mar 2023 . Actualizado a las 00:16 h.

El Juzgado Mercantil número 2 de Pontevedra ha declarado el concurso de acreedores para las cuatro empresas que conforman el grupo Ganomagoga. Según consta en el auto remitido, las sociedades han alcanzado deudas vencidas (no abonadas en plazo) por importe de más de 20 millones de euros. El grupo metalúrgico, señala el documento, carece de tesorería y efectivos líquidos suficientes para hacer frente a esos pagos. Se trata de un concurso voluntario demandado para Talleres Ganomagoga, Aplimega, Cedval Marine Solutions y Ganomagoga Logistics. La administración concursal asume desde este momento la dirección de las factorías repartidas entre Ponteareas, O Porriño y Mos.

Ganomagoga, como solicitante del concurso voluntario, ha alegado la «crisis del sector de la ingeniería y construcción eólica» como factor determinante en su deriva empresarial. La principal actividad del grupo se centraba en la construcción de aerogeneradores en Talleres Ganomagoga. Esta sociedad acumuló más de 18 millones de deuda vencida. En este sentido, el grupo dirigido por Cándido González reconoce que su producción depende en gran medida de su principal cliente, Gri Towers Galicia. «Entre esta y Ganomagoga existe un acuerdo de no competencia y exclusividad que las vincula hasta el 31 de marzo del 2027», dicta el auto. Al hilo de esto, Gri Towers comunicó a la empresa gallega una carga de trabajo «casi nula» para el ejercicio del 2023, causa que habría sido decisiva en la caída de Ganomagoga. 

Este recorte en la producción para la compañía eólica de O Carballiño se traduciría en un descenso de casi cinco millones de euros en las cuentas de la empresa de Ponteareas. Frente a los 6,1 millones que generó en ventas en el 2022 procedentes de la fabricación de torres eólicas, la previsión para este 2023 es de 1,2 millones. Una caída que desde la fábrica de Areas dieron por hecho que no podrían asumir.

Otra empresa del grupo, Aplimega, se dedicaba a pintar los molinos fabricados en Talleres Ganomagoga, su gran cliente, así que sufrió directamente la mala situación financiera de la sociedad principal del grupo. En el caso de Aplimega, su deuda es de otros 1,33 millones de euros. Sus gestores realizaron esfuerzos para diversificar su cartera de clientes y, según consta en el auto, «logró incrementar en el 2022 su cifra de negocios», pero este aumento no fue suficiente para hacer frente a la estructura de costes de la sociedad.

Ganomagoga Logistics, por su parte, mantiene una deuda vencida de 360.000 euros y, de nuevo, su grado de dependencia de las otras dos sociedades del grupo mencionadas ha provocado su caída.

Cedval, nacida en el 2019, mantiene una obligación de retribuir otro millón de euros. Como consta en la memoria del grupo gallego su deriva se produjo por la «dependencia con el grupo Wärtsilä y la drástica disminución de los encargos realizados». Sobre esto último, destacan la «derivación y desviación de proyectos a proveedores de China».

Hace apenas un mes que saltaron las alarmas sobre el posible cierre de Ganomagoga. Durante este tiempo se han sucedido las negociaciones y movilizaciones de la plantilla. Los sindicatos han destacado en todo momento la celeridad de los acontecimientos en un conglomerado empresarial que parece haberse derrumbado de la noche a la mañana. «Ha pasado de un momento para otro. En el 2022 tuvimos una buena carga de trabajo», lamentan. La dirección de la empresa echó ayer el pestillo de las instalaciones de la fábrica de Ponteareas.