El derribo de Aucosa en Vigo da paso al superastillero de Armón

La Voz VIGO

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M.MORALEJO

Será el mayor que haya existido en Vigo, con casi 130.000 metros cuadrados

18 abr 2023 . Actualizado a las 12:10 h.

La nave de Aucosa en Beiramar ha pasado a la historia. La semana pasada concluyeron los trabajos de derribo en el número seis de esta avenida entregada al sector naval. El grupo asturiano Armón se convirtió en su propietario con la adquisición de la unidad productiva de Hijos de J. Barreras, a comienzos del 2022 y encargó su demolición, que finalmente se demoró algunas semanas más de lo previsto.

El almacén de la Auxiliar Conservera, dedicado a instalaciones frigoríficas, ha quedado reducido a escombros. Se trataba de una mole de 4.400 metros cuadrados de superficie que se encontraba en desuso y que se interpone entre los dos astilleros, que hoy en día son de la misma empresa, Armón. La sociedad de Barreras se hizo con el inmueble en el 2015, pero nunca lo aprovechó.

El superastillero del grupo asturiano en Vigo va tomando forma. Con la suma de las extensiones de Barreras y Aucosa, la filial viguesa de Armón rozará los 130.000 metros cuadrados. Se trata del mayor astillero que haya habido en la historia de Vigo, título que hasta ahora ostentaba Hijos de J. Barreras.

La demolición de Aucosa se ha ejecutado por fases. El Consello de la Gerencia de Urbanismo otorgó la licencia de derribo el pasado septiembre. Las obras consistieron en el derribo de una nave de cuatro plantas y otra anexa de dos. Astilleros Ría de Vigo, ha invertido 615.000 euros en estos trabajos, según figura en la licencia municipal. La estructura se ha ido tirando por alturas. De hecho, destaca la complejidad técnica de esta ejecución por el amianto que se empleó para su construcción. Una empresa especializada se encargó de retirarlo a lo largo de todos estos meses.

La firma dedicada a la fabricación de harinas y aceites de pescado, decidió expandir su actividad en el 1967 hacia la prestación de servicios de almacenamiento y congelación. Fue así como desembarcaron en Beiramar, donde hasta el 2015 fueron propietarios de la enorme mole de color verde situada entre los astilleros. El año pasado, vendieron las instalaciones de Chapela a Wofco.