«El Guardés nunca se bajó del barco»

LA VOZ VIGO

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Pese al mal inicio de liga, el conjunto de A Sangriña no tiró la Copa Europea y el domingo afronta su primera final continental ante un rival que se cree superior

28 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Una ciudad de 1,2 millones de habitantes contra un pueblo de 9.000. La monstruosa diferencia invita a pensar en una final desigual de la Copa Europea, algo que también piensan los dirigentes del Antalya turco, pero el Guardés se empeña en demostrar lo contrario y apueste por ganar su primer título continental. La primera batalla se vivirá el domingo (20 horas) en el inferno de A Sangriña y el desenlace será una semana después en Turquía, en una olla presión en donde los aficionados del Antayaspor, de la Primera División del fútbol turco, ponen el ruido.

El Guardés comenzó la temporada lleno de dudas y con problemas en la liga, pero nunca se bajó del barco de Europa y encontró premio sacando billete para una final. «El Guardés nunca se baja del barco, en competiciones siempre vamos a pelear por todo, somos un equipo muy serio y aunque las cosas vayan mal, seguimos trabajando. Nunca se nos pasó por la cabeza tirar la competición», comentó la portuguesa Patrícia Lima, una de las capitanas del conjunto del Baixo Miño.

El inicio de temporada estuvo marcado por un período de adaptación por la mucha gente nueva que llegó al equipo y también por el relevo en el banquillo, donde Ana Seabra sustiuyó a Abel González. «El cambio nos vino bien, no se le puede negar a nadie. La gente se comenzó a motivar un poco más y las cosas fueron mejorando», analizó Patrícia.

En su camino fueron eliminando a las neerlandesas del JuRo Unirek en tercera ronda; a continuación, se midieron al H71 de Islas Feroe; en cuartos, el rival fue el Madeira, y en semifinales, un duelo fratricida con el Elche. Ahora, les espera un equipo turco que pasea su favoritismo sin recato. «Hemos visto cosas por Twitter. Declaraciones de su presidente diciendo que va a ser más fácil de lo esperado», dice Lima.

Para callar bocas, el Guardés sabe que tiene que enfrentarse a un balonmano distinto al que se juega en la liga española, especialmente en materia del lanzamiento exterior. «Trabajamos defensas para que nos faciliten nuestro trabajo y tengamos más tiempo de lectura, porque si el lanzamiento es rapidísimo, eso nos complica. Vamos a jugar con nuestra defensa, porque si no, las porteras estamos vendidas», comenta Marisol Carratú, que recordó que en la liga doméstica los equipos apenas se prodigan en el lanzamiento de larga distancia. «Les da igual lanzar desde medio campo», advierte Carla Gómez. «Tenemos que tapar el lado que ellas no quieran». Por el contrario, los ataques de las turcas son mucho más estáticos.

Con lo que seguramente no cuenta el rival es con la caldera de A Sangriña, que estará más caliente que nunca viendo cómo se está desarrollando la semana: «Nos paran por la calle. No hay nadie del pueblo que no sepa que el domingo hay una final de una competición europea. Creo que es el tema en todas las cafeterías y en los supermercados», dice entre risas Patrícia Lima. «Nosotras dimos a conocer el pueblo por Europa y ellos están orgullosos», dice Carratú. «Jugamos con ocho», resume Carla del modo más gráfico.

El objetivo del Guardés es ganar el partido de ida y llegar con vida al infierno turco del próximo fin de semana. Lima jugó en dos ocasiones con la selección portuguesa y reconoce que es un ambiente complicado, pero no se amilanan. «Que somos mejores lo tengo claro. Nos daban por muertas pero nunca lo estuvimos», sentencia la portera argentina. La primera batalla está servida.