El local vigués donde se vive y crece la pasión por Eurovisión

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO

Dani Marcos

El bar LGTB Plaff organiza varios eventos este mes para ver en compañía las galas del concurso

02 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde hace siete años, Xavi Abad, conocido a los platos como PetardPop, es el responsable de la música que se escucha y se baila en el Plaff (Oliva, 8) uno de los locales veteranos del Casco Vello que nació en 1992 como bar LGTB en un momento en que las afinidades personales requerían de compartimentos estancos hasta para disfrutar del ocio nocturno. Sigue siendo un local del ambiente, pero aquellas barreras infranqueables hace tiempo que quedaron trasnochadas.

El Dj, coruñés radicado en Vigo desde hace 18 años, comenzó a pinchar en locales de ambas ciudades desde el 2006. «Siempre fui bastante eurofán», dice con modestia, cuando en realidad es un seguidor acérrimo que ha asistido a los festivales en Turín y en Lisboa. «Merece mucho la pena, pero no se puede ir todos los años porque las entradas son muy caras. Este año costaban 1.100 euros las de las tres galas y aún así se agotan enseguida».

Cuando se acercaban las fechas del festival, Xavi organizaba en el Plaff una pequeña fiesta, pero fue aumentando el interés por ellas. Cada vez venía más gente a esos eventos y empezamos también a convocar al público para compartir el visionado del festival en el bar. La bola fue creciendo y vimos que había demanda», explica el pinchadiscos, que advierte que España solo se hacen eventos eurovisivos «en Madrid, en Canarias, Benidorm y Barcelona, pero en el noroeste, incluido Portugal, no hay nada, no se aprovecha ese tirón pese a que a la gente le encantan», asegura por experiencia.

Conseguir el apoyo de una marca de bebidas como patrocinadora fue definitivo a la hora de lanzarse a organizar actuaciones a lo grande. «Contar con esa financiación extra nos permitió poder contratar a artistas que han concursado en el Festival de Eurovisión. Empezamos trayendo el año pasado a Lucía Pérez, que es la única gallega que concursó en el certamen; el pasado mes de enero actuó la malagueña Anabel Conde, que quedó segunda en el año 1995, y este fin de semana se llenó el local para ver a Suzy Guerra, que en el 2014 fue preseleccionada para representar a Portugal con el tema Quero ser túa».

Xavi está impresionado con el alcance de la programación eurovisiva: «Cada vez que hacemos algo, nos llegan clientes desde todas las ciudades de Galicia, de Madrid, de Portugal... Moviliza a muchos seguidores que se desplazan a donde sea, es un público muy fiel», razona sobre un fenómeno mundial que tiene una estrecha vinculación con el sector LGTB. En opinión de Abad, tiene que ver con que «cuando en los 90 Eurovisión estaba de capa caída, fue el público que le siguió brindando apoyo incondicional, y se creó un caldo de cultivo que con los años se ha mantenido».

Ahora que se acerca una nueva edición de la celebración del certamen de la canción más famoso del viejo continente, el Plaff echa el resto y convoca también al público con tres citas la semana que viene, para vivir en compañía y en pantalla grande en alta definición, las semifinales del martes, 9 y del jueves, 11, además de, por supuesto, la gran final del sábado, 13 de mayo, que se emite en directo desde Liverpool. «Nos ha llamado ya mucha gente para reservar plaza porque se presta mucho a verlo en compañía y comentarlo todo», cuenta.

Como experto, Xavi Abad se atreve a hacer la quiniela de este año en el que recuerda que la gran favorita es la sueca Loreen», que ya ganó en el 2012 con su éxito Euphoria. «Pero creo que le va a salir mucha competencia con Finlandia, país que lleva este año a un joven cantante muy icónico que puede dar la sorpresa, sobre todo a través del voto del público», opina. Además se moja añadiendo que «España va a quedar muy bien porque más allá de la canción, Blanca Paloma tiene una técnica vocal perfecta y una puesta en escena espectacular», advierte sobre la representante que sitúa en el Top 5, aunque señalan también como interesantes las propuestas de Reino Unido y Francia.

«Un espacio cómodo y seguro en el que gente de todas las edades va a divertirse »

Abad, al mando de los platos, tiene bastante que ver con que desde la clientela hetero más recalcitrantes a los gais hasta el tuétano, tengan claro que a la hora de divertirse, les gusta lo mismo: moverse, sin prejuicios, al ritmo de canciones de Abba, Donna Summer, Baccara, Camilo Sesto y muchos otros, en el templo vigués de santa Raffaella Carrá que baja la verja con el «Se acabó» de María Jiménez. «Yo pongo sobre todo, pop de todas las épocas y siempre pincho con vídeo. Pueden sonar desde Los Mismos o Los Bravos a Ana Mena o Aitana además de ese toque especial con la música disco de los 70 y los 80. El Plaff es un espacio cómodo y seguro donde viene gente de todas las edades a divertirse.