Seis años de cárcel para el joven ebrio que causó un accidente en el que murieron una mujer y sus dos hijos en Salceda

e. v. p. VIGO / LA VOZ

VIGO

Al Vázquez

La Audiencia lo condena por tres delitos de homicidio por imprudencia y le impone el pago de una indemnización de casi medio millón de euros para el marido y padre de las víctimas

04 jun 2023 . Actualizado a las 01:47 h.

La sección segunda de la Audiencia de Pontevedra ha condenado a seis años de cárcel al joven conductor Alfredo Ledo Romero, porriñés de 34 años, como autor de tres delitos por homicidio por imprudencia bajo la influencia del alcohol.

La sala ve probado que, a causa de su imprudencia, causó un accidente mortal de tráfico en el que murieron una mujer y sus dos hijos en la carretera PO-510 de Salceda de Caselas el 19 de marzo del 2021 a las 21.56 horas. El implicado tendrá que indemnizar con 445.000 euros al marido de la víctima y padre de los menores, así como 47.831 euros a cada uno de otros cuatro familiares de los fallecidos. Le imponen además nueve años de pérdida del carné.

El tribunal considera probado que el joven circulaba ebrio en un Renault Megane a 128 km/h, cuando lo máximo permitido es 90, con «grave intoxicación», «prescindiendo de toda precaución» y «de forma inadecuada para su estado y la vía y absolutamente desatento».

Al superar una curva, atravesó los dos carriles sentido O Porriño, invadió el otro carril e impactó contra un Citroën C4 que circulaba a 60 km/h. Dentro viajaban la conductora. María Luisa Gondell, una empleada de panadería de 37 años, acompañada de su hija de 13 años, que iba de copiloto,  y su hijo de 6 años, que iba en una silla infantil en el asiento trasero. «La conductora no pudo hacer nada para evitar la colisión y ambos vehículos impactaron de frente», dice la sentencia. Los tres fallecidos habían pasado una jornada en casa del abuelo materno en Salvaterra.

La sentencia recalca que la conducta de la conductora fue «irreprochable» y descarta la concurrencia de culpas. Como consecuencia del impacto, los tres ocupantes del Citroën fallecieron pese a que todos llevaban puesto el cinturón de seguridad.

El conductor fue hospitalizado y dio 2,49 gramos de alcohol por litro de sangre, casi diez veces más de lo autorizado. Se llegó a caer al suelo. Durante el juicio, se escudó en una amnesia absoluta que le impidió concretar lo que hizo durante la tarde y noche del accidente: «Salí a las 17.00 horas de casa, con un amigo, y fuimos a un bar. Bebí un gin-tonic y ya no recuerdo nada, ni si cogí el coche. Tampoco recuerdo si fui a más bares, ni si llegué a conducir, si estaba con alguien o si hablé con alguien. A lo mejor la copa me sentó mal, no lo sé. Puede seguir preguntándome -le dijo a la fiscal-, que no le podré aportar nada más».