Fallece Carlos «el Negro», un gran luchador del sector naval y vigués distinguido

Vigués distinguido, obrero luchador y futbolista, falleció tras una larga enfermedad José Carlos Rodríguez, conocido como Carlos el Negro. El Concello le premió en 1997 por su batalla continua por mejorar las condiciones de los trabajadores del naval, especialmente de los de sus empresa. Fallecido a los 78 años fue incinerado y enterrado en el cementerio de Pereiró acompañado de sus familiares y sus antiguos compañeros del astillero Vulcano por los que tanto luchó. Jose Carlos Rodríguez fue de aquellos pioneros de la lucha sindical desde muy joven. Comenzó a trabajar como aprendiz en el astillero Factorías Vulcano en 1971. En 1972 participó en la huelga que tantas consecuencias tuvo desde el punto de vista laboral y político. «Fue una persona cien por cien reivindicativa», recordaba Antonio Fernández Vidal, más conocido como Sesé, que fue presidente del comité de empresa de Vulcano durante dieciséis años y compartió muchas inquietudes y movilizaciones con Carlos El Negro. Se ha ido con la salud muy mermada dejando un hijo y una hija. Llevaba muchos meses mal y tenía dificultades para hablar porque estaba muy tocado de una enfermedad que le había afectado al habla.

Carlos pasó su juventud en Coia, un barrio creado en los años 70 en el que los trabajadores de Vulcano tenían su propia torre ajardinada y con espacios cerca para practicar deporte. Era asiduo del campo de fútbol puesto que le apasionaba este deporte. Jugó en el Victoria, el equipo de fútbol vinculada a un barrio donde la parroquia Cristo de la Victoria siempre se caracterizó por apoyar a los obreros y la mejora de las condiciones laborales.

Más adelante se construyó una casa en Chapela, en la ladera del monte mirando a la ría. Era un loco por el fútbol y su vida estuvo ligada al deporte como jugador y luego como entrenador de jóvenes. También jugaba en el equipo de fútbol que tuvo el propio astillero Vulcano.

Sus antiguos compañeros destacan su espíritu de solidaridad y su identificación con el astillero para el que trabajaba y que entonces daba 1.200 empleos en Vigo. En la factoría naval fue trazador, es decir, interpretaba los planos para que luego se convirtiesen en cuadernas del barco. Fue una época dorada en la que Vulcano estaba presidida por Fernando Santodomingo, que llevó al astillero a sus más altos hitos. «Entonces los que estábamos allí adentro decíamos que eramos vulcanistas, era una mentalidad que estaba extendida, nos identificábamos con la empresa a la vez que negociábamos el convenio con el propio Fernando Santodomingo», recuerda Sesé que compartió años de trabajo y lucha con Carlos el Negro, que siempre tuvo a gala su pertenencia y su lucha en Comisiones Obreras. Cuando la continuidad del astillero estaba en el aire por el fin de la concesión, Carlos el Negro también se movilizó.

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