La plantilla ratifica por la mínima el acuerdo después de pactar una subida salarial en abril
21 dic 2023 . Actualizado a las 21:54 h.El nuevo convenio colectivo para la plantilla del Hospital Povisa resultó aprobado ayer por los trabajadores por un margen estrechísimo. Un total de 474 personas votaron a favor y 470 en contra, y hubo ocho votos nulos, según la información trasladada por las centrales sindicales. Esa diferencia de cuatro votos supone que la plantilla ratifica el acuerdo y, por lo tanto, el convenio estará en vigor hasta el 2025. El hospital privado, que es la segunda empresa de Vigo con más trabajadores después de Stellantis, llevaba trece años con el convenio caducado.
La plantilla de Povisa está formada por 1.500 trabajadores, de modo que acudieron a votar dos de cada tres, una representación más alta de lo que se esperaba. Solo la CIG y el SGPS se posicionaron en contra. Estas dos fuerzas sindicales están lejos de ser mayoritarias en el seno del comité (suman ocho delegados sindicales sobre un total de 23). Sin embargo, convencieron a la mitad de los votantes de que les compensaba optar por el no. Sobre todo, porque a partir de ahora se establece una diferencia entre los nuevos contratados y los que ya están en plantilla, ya que el convenio convierte una parte del salario (100 euros al mes) en un plus, de modo que las personas que ya están en el hospital seguirán percibiéndolo pero los que se incorporen nuevos no lo cobrarán. Es una práctica que siguieron muchas empresas hace una década, durante la crisis financiera. En aquellos años, los tribunales obligaron a Povisa a mantener la vigencia de su convenio, después de que la dirección bajase de golpe los salarios un 40 %. En Povisa, los salarios siguen por encima de la media del sector.
Después del recuento, la dirección ha firmado el acuerdo con el resto de los sindicatos del comité: CC. OO., Omega, Unenf, Satse y UGT. La dirección de Povisa destacó que el acuerdo permitirá al 90 % de los trabajadores tener un contrato indefinido y crear la figura del fijo discontinuo para trabajadores eventuales a los que se recurre con frecuencia. También habrá un incremento en el plus económico para domingos, festivos y noches, así como el compromiso de negociar una carrera profesional. El director de Personas de Ribera Povisa, Francisco Susavila, dijo que el acuerdo fue posible «gracias al talante negociador de la mayoría de los sindicatos, a su fuerza reivindicativa y a su sentido de la responsabilidad».
Lo que tiene que ver con el salario había quedado despejado en abril. En aquel momento, la plantilla había convocado una huelga indefinida, después de varios paros parciales. La huelga iba a comenzar un lunes, pero el viernes anterior se alcanzó un acuerdo en el que la empresa se avino a subir los salarios. Esa huelga preocupaba mucho a la Consellería de Sanidade porque coincidía en el tiempo con otra huelga de médicos en la sanidad pública que paralizó los quirófanos y las consultas. En aquel momento, en Povisa se aprobó una subida salarial del 4 % para este año y del IPC para el próximo. La dirección y el comité se comprometieron a firmar el nuevo convenio antes de que concluyese este año. Ahora se ha incluido un 3 % de subida para el 2025.
Povisa es el único hospital privado que funciona como centro de referencia para una parte de la población gallega. Actualmente son en torno a 120.000 personas de Vigo, Cangas, Moaña, Nigrán, Baiona y Gondomar, que lo eligen libremente. El concierto con el Sergas le permite llegar a 139.000, pero la cifra baja cada año. Percibe del Sergas 540 euros anuales por cada paciente que tiene asignado.
El futuro del hospital está sin despejar, ya que su concierto con el Sergas caduca el 31 de agosto, en teoría sin posibilidad de prórroga, y las inminentes elecciones gallegas han enfriado cualquier negociación acerca de su futuro. El PP quiere llegar a un nuevo acuerdo, aunque el BNG apuesta por que el Sergas adquiera el centro sanitario. El PSOE de Abel Caballero apuesta por la continuidad de Povisa. El grupo sanitario Ribera no quería firmar un convenio nuevo hasta que el Sergas despejase el futuro del hospital, sobre todo en cuanto tiene que ver con los salarios.