Google recluta a tres vigueses para sus proyectos filantrópicos sobre la ética de la IA
VIGO
Una abogada, un jáquer y un empresario ayudarán a niños vulnerables a mejorar en el colegio o estudiarán el futuro del empleo. «Las Humanidades están en auge porque son importantes para el lenguaje natural de las máquinas», dicen.
10 may 2024 . Actualizado a las 01:12 h.¿Cómo puede ayudar la inteligencia artificial (IA) a mejorar sus notas a los niños vulnerables o con diversidad funcional que no tienen dinero para pagarse un profesor particular o que no entienden bien las clases en el aula? Buscar una solución aplicada con IA es uno de los tres proyectos filantrópicos patrocinados por Google en los que trabajarán la abogada Dolores Abuín, el informático y empresario Hugo Ramallo y el jáquer ético Antonio Fernandes, todos residentes en Vigo. Están repartidos en tres grupos de trabajo distintos de ética de la IA e indagarán sobre el futuro del empleo, en cómo ayudar a colectivos vulnerables y en la elaboración de una guía de ciberseguridad para las empresas.
Tendrán dos años de plazo para cumplir sus respectivos encargos de Google.org, el programa de filantropía del gigante tecnológico de Silicon Valley que ha destinado el fondo Digital Futures Project, dotado con 20 millones de dólares (18,6 millones de euros), a apoyar a investigadores, facilitar debates y buscar soluciones políticas responsables en materia de IA.
Los tres vigueses son miembros de OdiseIA, el observatorio español del impacto social y ético de la inteligencia artificial, una de las pocas entidades seleccionadas por Google.org a nivel internacional para desarrollar estos proyectos de beneficencia. Acaban de aterrizar y están en la fase de recopilación de datos. Tendrán que leerse estudios para conocer el estado del arte, entrevistar a catedráticos de toda Europa, reunirse con expertos y oenegés, y montar eventos.
Hugo Ramallo, programador de 44 años, vendió durante diez años ordenadores para educación, y ahora se dedica a la formación sobre IA en los colegios. Enseña a los profesores a cómo mejorar la enseñanza en las aulas. Su canal Global Cobots suma 5.000 seguidores y muestra a los docentes cómo ahorrar tiempo y sacarle partido a la IA en sus clases. «Ayudaría a aprender a los niños vulnerables que no se pueden permitir profesores particulares o que en clase no tienen herramientas suficientes. La IA puede explicar la gramática o las matemáticas de manera más fácil», dice Ramallo.
La abogada Dolores Abuín, de 42 años, investigará con su grupo de trabajo el futuro del empleo. Ella y sus colegas describirán los escenarios que surgirán en un mundo laboral que convive con la inteligencia artificial, y se preguntarán qué puestos de trabajo desaparecerán. Tendrá que viajar y entrevistar a catedráticos europeos para escuchar su opinión. «El futuro del trabajo no lo veo negro, soy optimista. La IA va a cambiar la forma de enseñar, nos va a cambiar positivamente como lo hizo el teletrabajo, que pasamos a un sistema híbrido», afirma esta graduada en Derecho Económico que forma en IA a colectivos y empresas.
Esta jurista augura un gran futuro para los estudiantes de Humanidades: «Por sorprendente que parezca, los conociemientos de estudios de Humanidades tienen más auge ahora porque son necesarias para la programación del lenguaje natural y la IA generativa», afirma Dolores Abuín. En su grupo de trabajo colabora el profesor de la Escuela de Ingeniería Industrial de la Universidade de Vigo, Jorge Cerqueiro.
El otro vigués seleccionado es el jáquer ético Antonio Fernandes, de 43 años. Su grupo de trabajo de OdiseIA explora cómo la IA afecta a la ciberseguridad de las empresas. «Los malos van a tener ahora muchas herramientas a su disposición, esto no lo hago por pasta, sino por vocación», dice. Su proyecto explora cómo la IA afecta a la ciberseguridad de las empresas. Analizarán las principales amenazas y herramientas de defensa que utilizan IA para mantener seguros los datos y sistemas empresariales. Su equipo recogerá opiniones y datos para entender mejor estos desafíos.
«El objetivo es crear una guía de buenas prácticas, fácil de entender, que ayude a las empresas a protegerse mejor contra los ataques cibernéticos», afirma. Los resultados se compartirán en eventos públicos y difundirán guías y vídeos explicativos.